La presidenta de HP dice que sólo dimitirá si se lo pide la cúpula del grupo
El Consejo de Administración de Hewlett-Packard (HP) tiene previsto analizar hoy en una conferencia telefónica la crisis suscitada por la polémica investigación realizada para destapar a la garganta profunda que estaba divulgando información confidencial de sus deliberaciones a la prensa. Patricia Dunn, presidenta no ejecutiva de la empresa y responsable de ordenar la investigación, sigue defendiendo su actuación y dice que sólo dejará su puesto si el consejo se lo pide.
Dunn autorizó a mediados del año pasado que se contratara a un grupo de investigadores privados para que encontraran al consejero que estaba filtrando información a la prensa. A través del método conocido como pretexting, los investigadores accedieron a los registros telefónicos privados de los 10 miembros del consejo y de nueve periodistas. Esta acción está siendo examinada ahora por la fiscalía del estado de California.
La presidenta no ejecutiva de HP, el segundo mayor fabricante del mundo de ordenadores personales, cree que cuenta con el apoyo de los consejeros, mientras desde la fiscalía se amenaza con presentar cargos criminales contra los que violaron las leyes. "Creo plenamente en el juicio y si piensan que lo mejor es que me aparte del cargo, lo haré. Pero algunos me han pedido que permanezca", precisó.
En este clima, el consejero delegado de HP, Mark Hurd, enviaba esta semana un mensaje a los empleados dejando claro que los problemas "no tienen nada que ver con la estrategia o las operaciones" de la compañía. Hurd calificó de "desafortunadas" las filtraciones sobre las deliberaciones confidenciales del consejo, que considera una violación de las normas de conducta del grupo. Estas reglas, precisó, valen "para todos los empleados y miembros del consejo". "Llegaremos al fondo y se adoptarán las medidas necesarias", remachó.
