La CEV plantea "una reflexión general" sobre Cierval que defina sus "objetivos para los próximos años"

La junta directiva del Confederación Empresarial de Valencia (CEV) refrendó ayer la posición del presidente de la patronal provincial, José Vicente González, en torno a la oportunidad de abrir "una reflexión general sobre el actual modelo" de Cierval previa a la renovación de sus actuales responsables, prevista en junio de 2007. Tal "reflexión" permitiría "definir un programa de actuaciones" prioritarias para la patronal de ámbito autonómico durante "los próximos años".

Cierval se instituyó en 1981 por acuerdo de las tres patronales provinciales, pero sólo adquirió peso específico a partir de la reforma de sus estatutos que impulsó Rafael Ferrando, su actual presidente, y que puso fin a las presidencias de turno y dotó de independencia a la patronal autonómica hace ocho años.

La CEV, a través de una nota oficial emitida ayer, apuesta por una "estrecha colaboración con las organizaciones provinciales de Alicante y Castellón y los actuales responsables de Cierval" a la hora de acometer esa "reflexión" en aras del "consenso de todos los empresarios de la Comunidad Valenciana".

La misma nota apunta que "respecto a la persona o personas que deben desarrollar este plan de actuaciones consensuado, la CEV considera prematuro abrir ahora este debate e insiste en que es momento de hablar del modelo organizativo y no de las personas responsables de su desarrollo, asunto que se abordará una vez se inicie el proceso electoral de Cierval" en torno al mes de mayo de 2007.

José Vicente González planteó una reflexión similar en el seno de la CEV antes de la última renovación de sus responsables, en junio de 2005.

La última reforma de Cierval adaptó los órganos de la patronal autonómica al peso de cada una de sus organizaciones provinciales. Pero algunos empresarios apuntan que deben precisarse los canales que doten a Cierval de la auténtica representatividad de los intereses de todos los empresarios valencianos de modo que nunca se produzcan roces, incluso colisiones, entre la postura de Cierval y las de cada una de sus patas provinciales.