Detenido 22 horas en Menorca al ser confundido con un mafioso italiano
José, de 47 años, y su mujer difícilmente olvidarán las vacaciones en Menorca del verano de 2006, después de pasar 22 horas detenido al ser confundido con un peligroso fugitivo. El jueves de la semana pasada, poco después de volver al apartahotel en el que se encontraba tras pasar un día de playa con su mujer y sus dos hijas, se encontró con cuatro policías vestidos de paisano y otros dos uniformados que se presentaron para identificarle, como informó ayer la Cadena SER en Valencia.
"Me rodearon entre todos, me preguntaron el nombre y si había estado últimamente el Italia", recuerda. Poco después lo condujeron a la comisaría de Ciutadella. "Será un momento, enseguida se aclarará todo", le comentaron. Allí, sin embargo, el momento se transformó en 22 horas de detención. "Hay una orden de extradición contra usted, está en busca y captura", le comunicaron. Le leyeron sus derechos, como relata este vecino de L'Eliana, y le sometieron a un interrogatorio. En bañador, sin haber tenido tiempo para cambiarse, fue desnudado en las dependencias policiales, antes de quitarle el cordón del bañador, los efectos personales e introducirle en un calabozo "de 1,8 por 1,8 metros".
José no entendía nada. "Si estoy siendo buscado ¿cómo puede ser que no hayan ido a casa a por mi, cuando en el Documento Nacional de Identidad figura mi dirección y sin embargo en unas vacaciones vengan al apartamento?", preguntaba. "Conozco al alcalde de mi pueblo, al sargento de la Guardia Civil que pueden identificarme correctamente", señalaba sin que los agentes le hicieran caso, "también hay gente aquí en Menorca que me puede identificar". Les explicó que hacía unos años había denunciado el robo de su pasaporte y que quizás el equívoco tenía relación con ello. Ni caso.
Dolores de espalda
A la angustia por la situación se sumaron los dolores que el detenido padece de espalda por el que regularmente necesita incluso tratamientos de morfina para combatirlos. José recuerda con especial amargura el comportamiento del responsable de la comisaría, que tuvo un proceder "muy violento" y no dió explicaciones, hasta el punto de que su única preocupación era que este agente "no me diera una paliza".
Al día siguente hacia las 11.00 comprobaron que a José le robaron el pasaporte, pero no fue suficiente. No fue hasta pasadas las 18.30, cuando llegó a la comisaría la fotografía del mafioso que se escuda bajo su identidad, que pudo salir. El auto de libertad del juez del Juzgado de Instrucción número 2 de Ciutadella reconoce el error debido a la "usurpación de la personalidad" del fugitivo.
Ahora, José estudia con su abogado las medidas a tomar. Entre ellas, contempla presentar una queja al juez por el comportamiento policial, pedir un expediente disciplinario al Ministerio del Interior, responsabilidades patrimoniales al Estado por daños y perjuicios y, posiblemente, una querella por detención ilegal.
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