Schumacher, contra las cuerdas
Las pistas conducen a que el piloto de F-1 anunciará su retirada en Monza
El próximo domingo se comunicarán en Monza dos noticias que sin coincidir necesariamente en el tiempo afectarán a Michael Schumacher. Ferrari tiene previsto revelar a la finalización del Gran Premio de Italia los pilotos que competirán la próxima temporada con la escudería italiana y, paralelamente, el alemán resolverá a sus 37 años la duda sobre su continuidad o retirada. Aunque Schumi compite obviamente con Ferrari, el comportamiento de las dos partes ha dado a entender a veces que no siempre estaban de acuerdo.
Así, mientras el equipo guarda un escrupuloso silencio, al punto que podría remitirse una vez más a un frío comunicado de cuatro líneas, el piloto habla a diario por boca de su representante, Willy Weber, señal de que la decisión tiene miga. Weber resumió la situación hace una semana con una frase inequívoca: "Ferrari está sometiendo a una innecesaria y enorme presión a Schumacher", como si diera a entender que el alemán, siete veces campeón, se había ganado el derecho a decidir su futuro después de la última carrera en Brasil.
Kovalainen sustituirá a Alonso y Raikkonen ocupará el puesto de Schumi, según el 'Bild'
Ferrari no sólo no se dio por enterado sino que abonó la posibilidad de que, ante el compromiso contraído de anunciar en Monza el equipo para el próximo año, podía sacarse la presión de encima proclamando que contaba con tres pilotos (Schumacher, Kimi Raikkonen y Felipe Massa) y que, llegado el momento, decidiría para quienes eran los dos volantes.
Al silencio de Ferrari respondieron ayer el Bild y Renault con dos anuncios que coinciden en que Schumacher abandonaría el circo. El diario alemán publicó que Schumi comunicará en Monza su retirada, una vez acabe la temporada, coincidiendo con su carrera 250 -quedan por disputarse cuatro grandes premios-, por cuatro motivos: Ferrari no le puede garantizar un coche competitivo para 2007; Raikkonen no fichará por la escudería italiana para ser un acompañante; Ros Brawn, amigo íntimo de Schumi, abandonará el equipo como jefe técnico; y Massa ha despertado unas expectativas de éxito que no se adivinaban inicialmente. "Mark Webber", acaba el Bild en referencia al piloto alemán, "confesó que en Hockenheim había visto a Schumacher tomarse dos grandes cervezas, muy relajado, como si se hubiera tomado un gran peso de encima".
Apenas existen dudas ya de que Raikkonen pilotará por Ferrari después de que ayer Renault anunciara que renovaba el contrato de su manager, Flavio Briatore hasta 2008 y que el equipo de la próxima temporada quedará integrado por el italiano Giancarlo Fisichella y el finlandés Heikki Kovalainen, de 24 años, hasta ahora probador y que sustituirá a Fernando Alonso, próximo primer volante de McLaren. "Kimi tiene mucho talento, la cabeza fría y no llora; asume sus responsabilidades y no echa la culpa a los demás" subrayó Jean Todt, director de Ferrari, en una declaración que de alguna manera explicaba por qué Alonso competirá en McLaren y seguramente Raikkonen en Ferrari.
La mayoría de indicios apuntan por tanto a que Schumacher se encuentra ante la puerta de salida. Los errores que ha cometido durante el campeonato, especialmente en Australia, Mónaco, Hungría y Turquía, delatan que no está a gusto con la situación y que hubiera preferido decidir su futuro una vez resuelto el campeonato y no con anterioridad, como es el deseo de Ferrari. La capacidad de sorpresa de Schumi, sin embargo, es inagotable y querrá reservarse la última palabra sobre su futuro.
A día de hoy, le estimula que el domingo compite en el rápido circuito de Monza y que el próximo año los coches sólo calzarán neumáticos Bridgestone, y por contra le desaniman los 12 puntos de ventaja que le saca Alonso en el campeonato. Conclusión: Schumi ha ido a remolque todo el año y no encuentra el punto de inflexión.
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