"Salir de un programa de telerrealidad te marca, tienes que demostrar el doble"
El próximo viernes se disputa la final del concurso El traidor, de Cuatro. El ganador se llevará el bote acumulado -que tenía un máximo de 100.000 euros- y el topo del programa quedará al descubierto. Desde hace 10 semanas, Sergio Muñiz ha vigilado a los 11 concursantes de El traidor, que debían superar arriesgadas pruebas -entorpecidos sus esfuerzos por el impostor- hasta conquistar el premio. Luis Larrodera completa su labor presentando la gala semanal de expulsiones en el plató. Muñiz (Bilbao, 1975) salió de Bilbao a los 19 años en busca de una oportunidad. En Italia se hizo un hueco en el mundo de la moda, hasta que en 2004 se proclamó campeón de la segunda edición del reality-show La isla de los famosos. Derrotó, entre otros, a Kabir Bedi, el legendario Sandokán. Acabado El traidor, Muñiz prepara la promoción de Los Borgia, superproducción de Antena 3 para la gran pantalla.
Pregunta. ¿De verdad no conoce la identidad del infiltrado?
Respuesta. Absolutamente no.
P. Pero seguro que ha participado en alguna porra...
R. Sí, pero no he ganado ninguna.
P. ¿Se hubiera sentido incapaz de superar algunas de las pruebas a las que han sometido a los concursantes?
R. Muchas de ellas no las habría hecho. Me están sorprendiendo estos concursantes. Han ido a por todas.
P. Tuvo sus dudas antes de aceptar la oferta, porque dice que no le gusta mucho lo que ve por televisión. ¿Al final está satisfecho con la experiencia?
R. Estoy contento con la experiencia, pero lo que me hubiera gustado es que fuera en otra época distinta a agosto, cuando la gente no ve mucho la televisión. Es un concurso que podría dar más de sí de lo que ha dado.
P. ¿Cómo escapa el concursante de un programa de telerrealidad como usted, que participó en La isla de los famosos italiana, a la llamada de los magacines del corazón, donde es tan fácil promocionarse y ganar cantidades escandalosas de dinero?
R. No escapa. Es fácil ganar dinero, pero tiene un precio, porque nadie regala nada. El problema es que vas a pagar, porque los demás se sentirán libres de agredirte cuando quieran, por el hecho de que ya te has vendido. Por otro lado, es muy difícil quitarse las etiquetas. Salir de un programa de telerrealidad te marca. Aunque te mantengas al margen, vienes de allí. Tienes que demostrar el doble. Es bueno y es malo. Te da la oportunidad de salir del hoyo, pero si quieres volver para atrás y hacer algo decente, de calidad, serio, tropiezas en bastantes problemas. Yo encuentro muchas dificultades para seguir trabajando de actor. Es difícil que me tomen en serio viniendo de donde he venido.
P. ¿Qué le espera después de El traidor?
R. Ahora, la promoción de la película Los Borgia. Y vuelvo a Italia, con un proyecto de teatro.
P. ¿Aparca de momento su carrera en televisión?
R. No, siempre y cuando me interese para lo que me llamen...
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