_
_
_
_
Reportaje:POSTALES DE VERANO | Alt de la Carrasqueta (Xixona)

Retorno al Pou de la Neu

En lo alto del puerto de la Carrasqueta, a 1.132 metros, tras girar a la derecha y caminar durante casi dos kilómetros, nos encontramos con el Pou del Surdo, el más emblemático de todos los pozos de nieve de las montañas alicantinas. El Pou, con su planta circular y su capacidad de 1.100 metros cúbicos, ha sido reconstruido. Junto a él, la masía donde vivían los nevaters que lo explotaban, la Casa de la Cava, alberga desde hace varios años un hotel-restaurante, que conserva la edificación original y desarrolla una actividad cultural y gastronómica fiel a la montaña que lo cobija, con premio literario y biblioteca incluidos. Es el Pou de la Neu, en su sencillez, un ejemplo frente a un medio rural en creciente abandono.

En las montañas alicantinas se han contabilizado 83 depósitos de nieve.

Durante los inviernos, a menos de media hora de la playa tórrida y casi siempre bulliciosa, la nieve cubre el Pou y un silencio blanco se adueña de la Carrasqueta. Es otra dimensión del Mediterráneo, reservada, sensible. Entonces, desde allí, rodeados por el paisaje verde y abierto a los ocres endulzados por una gasa azul, es fácil imaginar a los nevaters del Surdo trabajando la nieve, preparando el terreno para que se depositara limpia, lanzándose a la recogida tras una buena nevada. Inmediatamente, la nieve, aislada con paja de arroz y mantas, viajaba durante jornadas enteras a lomos de una mula, hasta las ciudades donde era vendida como un producto de primera necesidad, comercializada por aguadores, heladeros y horchateros.

En las montañas alicantinas se han contabilizado 83 depósitos de nieve, como nuestro Pou, a lo largo de Aitana, en Mariola, en el Maigmó, en Biar, en Agres, en Cocentaina... En lo alto de la Carrasqueta hubo otros pozos a pleno rendimiento que, según grandes expertos como Josep Maria Segura, resultaron decisivos en el nacimiento de la gran industria heladera y turronera en Xixona.

El Pou de la Neu nos ofrece toda esta historia. El viajero puede conocer esta sorprendente aventura industrial mientras descansa y disfruta de uno de los parajes más bellos de nuestras tierras altas.

Detrás de las fábricas cerradas, de la arqueología industrial provocada por la revolución tecnológica, está la iniciativa de gente emprendedora, quemada en este caso por el sol y por el hielo; la emocionante existencia de personas que, en un mundo como el nuestro, parecen irreales; pero que fueron capaces de tejer sus industrias con productos tan impensables como las palmas, los juguetes, los dulces, los helados, la nieve.

Rindamos a todos ellos los honores que merecen en esta postal de verano, y consignemos también los nombres de algunos antiguos nevaters que acompañan a los toponímicos de numerosas neveras, caves, clots, o pouets, convertidos en parajes del pasado y en extraños monumentos a nuestra amnesia colectiva. Un recuerdo a la Cava de Cortés, de Coloma, en Alcoi; al Pou de Pepito Pateta, en Ibi; al clot del Tío Virgilio, en Confrides... hasta llegar a nuestro Surdo, en cuya memoria el restaurador Antonio Pérez sigue ofreciendo su mejor giraboix, uno de los platos más exquisitos y desconocidos de nuestras montañas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_