Unos vecinos poco participativos

La ciudad malagueña de Mijas (64.000 habitantes) concentra el mayor porcentaje de población extranjera de toda Andalucía, con un 36,6% del censo, y puede ser tomada como un laboratorio de pruebas para la concesión del derecho a voto en las elecciones municipales a los ciudadanos no comunitarios. En los comicios locales de mayo de 2003, apenas si participaron 1.500 nacionales de la Unión Europea y Noruega empadronados en la localidad, lo que supone menos del 10% de los electores foráneos potenciales.

El alcalde mijeño, Agustín Moreno (PSOE) cree que la explicación de esta "escasísima participación" reside en la "gran calidad de vida" que disfrutan estos ciudadanos. "La mayoría de los extranjeros empadronados eran hasta ahora personas mayores y prejubilados que venían a vivir de una forma más comoda que en su país. Si están con el ánimo de descansar y de olvidarse de todo, también se despreocupan de la política. Si no estuvieran a gusto, seguro que participarían más", cree Moreno.

El regidor defiende que el sufragio en las municipales se extienda a los ciudadanos extracomunitarios "que demuestren un mínimo arraigo", y augura que su participación política será mayor que la de los naturales de la UE "porque no son turistas residenciales y participan más de los problemas de la vida diaria de los españoles, como el trabajo o la vivienda". No obstante, dado el escaso peso de los extranjeros no comunitarios en el municipio -la comunidad más numerosa es la marroquí, con 1.226 censados en un padrón con 113 nacionalidades distintas-, no se prevé que puedan determinar el resultado electoral.

El Partido Popular de Mijas, que en 1995 presentó al ciudadano danés con nacionalidad española John Frank Langman como candidato a alcalde, está intentando movilizar el voto extranjero con vistas a las elecciones de mayo de 2007. Para ello ha abierto una oficina en la que explica los procedimientos para inscribirse en el censo. Para poder votar hay que solicitarlo antes del mes de noviembre. Agustín Moreno cree que el PP "piensan, equivocadamente, que el residente comunitario es conservador".

La baja participación política es un reflejo también del grado de separación que existe entre los españoles y los comunitarios, dos comunidades que prácticamente viven de espaldas. Aunque para Moreno, la convivencia con los extranjeros es "extraordinaria", lo cierto es que "en la vida diaria cada uno tiene sus círculos". El Ayuntamiento promueve actividades, como el Día de los Pueblos, para fomentar la convivencia, que se logrará, sobre todo, a partir de la segunda generación.

Mijas fue el primer municipio de España en contar con un Departamento de Extranjeros. Anette Skou, su coordinadora, llegó a Mijas en 1971 procedente de Dinamarca, y en 1976 comenzó a trabajar en esta oficina "como mera intérprete". Rápidamente se vio que las necesidades de los extranjeros tenían que ver más con la información para resolver los largos trámites burocráticos que con las inmediatas dificultades lingüísticas. "Lo que más problemas crea al ciudadano extranjero es tener que ir a varios sitios distintos para resolver un mismo problema", asegura Skou. Este servicio, gratuito y confidencial, es utilizado cada año por 15.000 persona y ha sido imitado por numerosas localidades".