"U2 y Dire Straits no faltan en mi repertorio"
El piloto Dani Pedrosa sobreviviría a un naugrafio con el libro de Lance Armstrong
Dani Pedrosa (Sabadell, 1985) consiguió el pasado domingo en el circuito Automotodrom de Brno (República Checa) su séptimo podio de la temporada en su primer año como piloto de MotoGP, la cilindrada reina del Campeonato del Mundo de Velocidad. Terminó la carrera en tercera posición, justo detrás del italiano Valentino Rossi, con quien mantuvo una dura pugna durante la mayor parte del tiempo. Con el mono de cuero puesto, un bidón de bebida en una mano y el trofeo en la otra, el piloto español tuvo a bien responder sobre sus tres tesoros para el verano.
No le costó mucho volver a enfundarse el mono de carreras en la cita checa después de gozar de unos días de descanso. Porque a este chaval de 20 años le pirra su trabajo. Sus vacaciones fueron escasas; de apenas tres semanas. Aprovechando que la última carrera antes del receso veraniego se celebró en el circuito californiano de Laguna Seca, Pedrosa prolongó unos días su estancia en EE UU y recorrió la Costa Oeste norteamericana antes de desplazarse a Mallorca, donde disfrutó de unos pocos días de playa.
Leerse a uno mismo
Su menudo cuerpo (mide 1,58 metros y pesa 51 kilos) ya está acostumbrado a los desplazamientos que debe realizar para disputar las carreras. "Siempre llevo conmigo un aparato de MP3 con música muy variada cuando viajo", reconoce el tricampeón del mundo más precoz de la historia de los mundiales motociclistas. "Los viajes son largos, y en los aviones hay tiempo para escuchar música y leer", conviene el piloto que, tras su alborotadora irrupción en el Mundial de MotoGP, ocupa la segunda posición en la clasificación general. "Me relajo escuchando música de estilos muy variados. No me gusta un solo tipo de música y, en función de mi estado de ánimo y la situación en la que me encuentro, escucho un grupo u otro. Pero, en cualquier caso, en mis viajes nunca falta U2 y seguro que siempre llevo un recopilatorio de Dire Straits".
Reacio a decantarse por un título, Pedrosa sorprende con una opción inédita en esta sección. "En una isla desierta tendría mucho tiempo libre, así que si tuviera que llevarme un libro sería con las páginas en blanco, para ser yo quien las rellenara con mis experiencias", explica.
Ídolo de muchos, el piloto también tiene los suyos. Por su condición de piloto es Mick Doohan, pentacampeón del mundo de 500 centímetros cúbicos, su referente en el trabajo. De niño, un gran póster del piloto australiano presidía la pared de su habitación. Pero de un tiempo a esta parte su admiración recae en Lance Armstrong, a quien Pedrosa conoció hace un par de veranos cuando se acercó al final de una de las etapas del Tour que el ciclista norteamericano finalmente ganó.
Tras insistirle, Pedrosa concede que hay un libro que salvaría de un naufragio. "Vivir cada segundo me impresionó. El personaje de Armstrong es increíble por su capacidad de superación y por todo lo que consiguió después de superar algo tan duro como es un cáncer", señala el piloto, muy aficionado al ciclismo, deporte en el que también despuntó de pequeño y en el que ahora compite su hermano menor, Eric.
Cinefilia precoz
A pesar de tener sólo 20 años, Pedrosa sorprende cuando se le pregunta por el cine. Se inclina por un melodrama romántico clásico. La historia de un doctor ruso que se enamora irremediablemente de la esposa del político más poderoso de Rusia.
"A una isla desierta me llevaría Doctor Zhivago, de David Lean", afirma el piloto. "Están impresionantes Omar Sharif y también Julie Christie. Creo que costó unos 15 millones de dólares y recaudó 200. No me extraña".
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