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GENTE

La familia real saudí reanima la economía de Marbella

Javier Martín-Arroyo

El príncipe Salman Bin Abulaziz, hermano del rey Fahd de Arabia Saudí, fallecido el pasado verano, y su viuda, Jawhara al-Ibrahim, han vuelto al palacio familiar en Marbella: El Rocío. Con ellos ha regresado un séquito de 300 personas y las anécdotas de la opulencia.

Una de las 14 princesas que residen en la mansión adquirió el pasado lunes un colgante de diamantes y unos pendientes valorados en un millón de euros. Gastos similares se producen en alquileres de vehículos de lujo, hoteles y restaurantes. Sólo para frutas y verduras utilizan a diario 3.000 euros.

Las colas a las puertas del palacio, que reproduce elementos de la Casa Blanca de Washington, se han repetido. Camareros, conductores, niñeras y limpiadoras aguardan pacientemente a ser contratados para ganar un salario que puede rondar los 3.500 euros, además de las muy generosas propinas.

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El Centro de Iniciativas Turísticas de Marbella estima que el gasto de esta visita podría alcanzar los 15 millones de euros, aunque en 1999 el desembolso fue de unos 90 millones en dos meses.

Un grupo de personas entra ayer en la mezquita de Marbella que lleva el nombre del fundador de la dinastía saudí.
Un grupo de personas entra ayer en la mezquita de Marbella que lleva el nombre del fundador de la dinastía saudí.EFE

Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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