Cuatro pintores reviven en Horta de Sant Joan el paisaje que cautivó a Picasso

Cuatro pintores de cuatro países distintos exponen hasta el 27 de agosto en Horta de Sant Joan (Terra Alta) su particular visión de esta tierra, la misma que cautivó a Picasso hace un siglo. Ursula Barta, una profesora de alemán afincada hace unos años en este pequeño pueblo de 1.200 habitantes, ha convertido el convento de origen templario de Sant Salvador en un rincón para el arte que confía que pueda tener continuidad. Los Ports de Tortosa desembocan en Horta de Sant Joan en una suerte de rocas de formas agrestes y sugerentes que manifiestan la magia del lugar. Un joven Picasso enfermo llegó a estos parajes para sanarse y los plasmó, cautivado, en docenas de óleos. Ahora Barta ha propuesto a cuatro artistas que dibujen su impresión del lugar y ha expuesto su resultado en el convento de Sant Salvador, el mismo que aparece en el cuadro Procesión al convento, del genio. A los cuatro artistas los conoce y no le ha costado nada convencerlos para esta iniciativa. Se trata de Miguel Galanda, nacido en el cercano Caspe (Zaragoza), la francesa Caroline Mignot, el chileno Víctor Ramírez y el suizo Marcel Schaffner.

Horta de Sant Joan puede presumir estos días de tener dos exposiciones: una permanente en el Centro Picasso con reproducciones de esbozos y cuadros que Picasso pintó durante sus estancias en el pueblo, y esta otra cuyo título, Terra Arte, refleja su filosofía. Un caso extraño en una comarca, la Terra Alta, que se encuentra entre las más deprimidas de Cataluña.