El retorno de las mallas
Advertencia: prometen ser la prenda más representativa del otoño que está por llegar. De hecho, la avanzadilla ya está en las calles, dicotecas y bares, espoleada por el mal tiempo. Son los leggings, esas infaustas mallas elásticas que definieron la década de los ochenta y que se vuelven a llevar (¡y cómo!) solas o acompañadas de faldas o, incluso, pantalones. Símbolo de la horterada más recalcitrante, los leggins han estado exiliados durante más de una buena década. Los motivos fueron, simplemente, el desuso y la aburrición. Pero ahora, de la mano de los diseñadores más finos y conocidos, vuelven dispuestos a pelear por un puesto en nuestros corazones. Y en nuestras caderas, claro está.
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