Los hijos extramatrimoniales ya pueden cobrar la misma pensión de orfandad que los de parejas casadas

Los hijos cuyos padres no estuviesen casados tendrán las mismas prestaciones económicas en caso de orfandad respecto a los habidos dentro del matrimonio, tras la publicación ayer en el Boletín Oficial de Estado (BOE) de la resolución que así lo establece. Hasta ahora la normativa (aprobada en 1967) reconocía a los huérfanos por accidente laboral o enfermedad profesional una indemnización especial a tanto alzado "cuando no exista viuda o viudo con derecho" a ella.

La prestación consistía en una mensualidad de la base reguladora, que se incrementaba en lo que resultase de dividir seis mensualidades entre el número de huérfanos.

Discriminación

El Tribunal Supremo había consolidado la jurisprudencia al respecto, interpretando que sólo se tenía derecho al máximo de seis meses cuando al fallecimiento no exista cónyuge o éste fallezca. Pero el Tribunal Constitucional dictó una sentencia el pasado 22 de mayo, con ocasión de un recurso de amparo, en la que considera que si bien dicha doctrina jurisprudencial "aparenta ser formalmente neutra en el trato de unos y otros hijos", sin embargo, sus consecuencias hacen que la aplicación de tal doctrina "hace de peor condición a los hijos habidos fuera del matrimonio con respecto a los hijos matrimoniales".

El Constitucional afirma, en consecuencia, que esa interpretación de la normativa implica una discriminación indirecta por razón de filiación que requiere ser corregida.

Tras esa sentencia del alto tribunal, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, anunció en julio, en un seminario en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, que se remediaría en breve esta situación. La resolución publicada en el BOE se aplicará a los "hechos causantes" (fallecimientos) ocurridos desde el 22 de junio pasado.

Granado explicó en el mismo foro que el Gobierno pretende equiparar los derechos de todos los hijos, y avanzó que en lo relativo a pensiones habrá que esperar a que entré en vigor el reciente acuerdo, previsiblemente en 2007.