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Reportaje:

El cerco se estrecha

Un médico alemán es investigado por su presunta relación con el dopaje en el ciclismo y un fax vincula a Ullrich con Eufemiano Fuentes

El cerco contra el dopaje en el ciclismo parece estrecharse. La fiscalía de Goettingen investiga a un médico de un hospital público de dicha localidad alemana ante la sospecha de que podría estar relacionado con el dopaje desvelado por la Guardia Civil en la Operación Puerto. Aunque su nombre no ha sido dado a conocer por la policía, el presunto colaborador de Eufemiano Fuentes mediante el suministro de sustancias dopantes sería Markus Choina, informó la cadena de televisión ARD.

El producto estrella de este doctor en entredicho sería una EPO supuestamente indetectable, tal y como publicó en su día este periódico. Según fuentes de la investigación española, cuatro grupos de especialistas en dopaje habrían llegado a un acuerdo, a una franquicia, para disponer de la exclusividad de dicho producto en Europa. Uno de ellos sería el de Fuentes en Madrid. Según la ARD, Choina presuntamente envió las sustancias dopantes a la dirección de la mujer del médico español, Cristina Pérez.

Además, el diario alemán Süddeutsche Zeitung publicó ayer un fax presuntamente enviado por Fuentes que compromete al ciclista germano Jan Ullrich, ahora con nombre y apellido, en la red. El documento está dirigido a Nelson Giralde Torres, colombiano y, en su momento, asistente del Kelme, aunque desapareció de la escena cuando estalló el escándalo.

"Nelson, tal y como acordamos, te envío el listado de colaboradores y participantes en el festival que tiene lugar en el mes de mayo. Sin otro particular, esperando contar con tu ayuda y colaboración, recibe un saludo", se dice en el texto. A continuación figura una lista: Alessandro Kalc, Alberto León, Ivan Basso, Marcos Serrano, Michele Scarponi, José Enrique Gutiérrez y Jan Ulrich -con una l, no con dos-. El escrito concluye con la palabra "gracias" y la firma de Fuentes.

Según Süddeustche, se trataría del primer documento en el que se cita expresamente a Ullrich, campeón del Tour de Francia de 1997 y subcampeón en otros cinco, despedido por el T-Mobile cuando la trama fue revelada.

Ullrich continúa proclamando su inocencia. Su representante, Wolfgang Strohband, declaró ayer: "Curiosamente, aparece ahora como el número siete cuando se le había otorgado el uno. Todo [lo publicado] es imposible". A Ullrich se le ha acusado en principio por documentos en los que consta su nombre, Jan; el apelativo "el hijo de Rudicio [por su asesor, Rudy Pavenage]" o el número uno. Siempre según Süddeustche, Giraldo sería una especie de suministrador de Fuentes y Kalc un mensajero.

A su vez, Active Bay, la sociedad gestora del equipo Astaná, anunció que se reserva el derecho de emprender acciones legales si prospera la petición a la UCI para que se le retire la licencia Pro Tour, al igual que al Phonak. De momento, advirtió, "no se tiene conocimiento de la existencia de ninguna sanción contra el equipo, sus directivos o sus corredores ni de la adopción de medida cautelar de suspensión por ningún organismo".

Suicidio del suegro de Landis

Mientras tanto, David Witt, de 57 años, suegro de Floyd Landis, se suicidó de un tiro en San Diego (Califormia, Estados Unidos). Su cuerpo fue descubierto en la tarde del martes en un garaje con una herida mortal en la cabeza.

En realidad, Witt era sobre todo un amigo personal de Landis, el norteamericano ganador del último Tour, aunque la organización ya no le considera como tal por haber dado positivo por testosterona en un control antidopaje.

La relación entre Witt y Landis comenzó en 1998. Witt, un ciclista aficionado, fue quien animó a Landis, que practicaba sobre todo la bicicleta de montaña, a hacerse profesional, compartió un piso con él y le presentó a su hijastra, Amber, con la que éste se casó.

Landis se siente desolado por la muerte de Witt. Considera que quizá fuese víctima de una depresión por la incertidumbre acerca del futuro de un restaurante que acababa de abrir.

Jan Ullrich, a la salida de un hotel en Blaesheim, cerca de Estrasburgo.
Jan Ullrich, a la salida de un hotel en Blaesheim, cerca de Estrasburgo.REUTERS

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