Un escenario a la medida de Woods
El Campeonato de la PGA norteamericana se disputa en el campo más largo de la historia del Grand Slam del golf, que mide 6.914 metros
Nick Price, el zimbabuense al que Severiano Ballesteros batió en el Open Británico de 1988 para completar su repoker de victorias en el Grand Slam del golf, ha sido el último famoso en proclamarlo: "Me dan pena los jóvenes. Apenas van a tener posibilidades". ¿Por qué? Porque no se adivina el término de la era del Tigre. Y es que, a sus 30 años, el estadounidense Tiger Woods ha vuelto a enseñorearse del panorama tras su tregua de 2003 y 2004 por, humano al fin, diversos problemas físicos, técnicos y... personales.
El reciente Open Británico, en julio, vio el undécimo triunfo grande de Woods, el que -superado el trauma por la muerte de su padre- le ha situado a siete del legendario y supuestamente imbatible récord de su compatiotra Jack Nicklaus. El Oso Dorado reunió sus 18 trofeos entre los 22 y los 46 años, entre 1962 y 1986, y a la edad actual de El Tigre llevaba ocho, tres menos que éste, que comenzó a coleccionar los suyos a los 21, en 1997.
El ritmo de Woods augura, pues, una nueva plusmarca mítica. Máxime, si los escenarios son a la medida de su tremenda pegada. Precisamente, el Campeonato de la PGA norteamericana, la cuarta gran cita anual del deporte de los 14 palos, se disputa de hoy al domingo en el Club de Campo de Medinah (Illinois, EE UU)), cuyo recorrido se ha alargado tanto, hasta los 6.914 metros, que nunca el Grand Slam conoció tamaña distancia. Una ventaja añadida para Woods y sus poderosos lanzamientos de salida, los que le han llevado a totalizar ya 50 victorias en el circuito de su país, 23 menos que Nicklaus y 32 menos que Sam Snead.
En el golf, sin embargo, siempre son varios los aspirantes y muchos los tapados que pretenden serlo. Entre los primeros estará el estadounidense Phil Mickelson, el vencedor de 2005 y que en abril pasado se anotó también el Masters de Augusta. Entre los segundos, los españoles. Especialmente, José María Olazábal (40 años), bicampeón del Masters (1994 y 1999); Sergio García (26), que porfió hasta el último hoyo con Woods para intentar arrebatarle el triunfo la vez anterior (1999) que el torneo de la PGA visitó Medinah, y Miguel Ángel Jiménez (42), que también sabe lo que es escoltar al Tigre, ya que lo hizo en el Open de Estados Unidos de 2000. Para el otro, Gonzalo Fernández Castaño (25), sólo se trata, en principio, de adquirir experiencia.
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