El São Paulo no cede y cuenta con Oliveira para la Copa Libertadores

El conflicto entre el delantero brasileño Ricardo Oliveira y el Betis amenaza con convertirse en un pleito legal en toda regla. Para añadir pimienta y mal ambiente al asunto, el São Paulo aseguraba ayer en su página web que estaba a la espera de "la documentación" procedente del Betis para inscribir al ariete en sus filas de cara a la vuelta de la final de la Copa Libertadores, que juega hoy en Porto Alegre contra el Internacional, tras haber perdido en la ida (1-2) en el estadio paulista.

El presidente del Betis, José León, -que, a pesar de los distintos e importantes frentes que tiene abiertos el club, oficialmente se encuentra de vacaciones- calificó las afirmaciones del club brasileño como de "cachondeo"y mantiene la sanción de un millón de euros al futbolista por el retraso en sur egreso a Sevilla.

Oliveira fue cedido al São Paulo en abril con un contrato que expiró el pasado día 10. El jugador debería de haberse presentado a las órdenes del técnico verdiblanco, Javier Irureta, el día 12. Tras el fallecimiento del tercer portero del SãoPaulo en un accidente de tráfico, el delantero logró un permiso para retrasar su aterrizaje en Sevilla. Pero el que llegó a la capital andaluza no fue el futbolista, sino su agente, Roberto de Assis. La misión de éste tiene varias aristas.

En primer lugar quiere conseguir que el Betis firme un nuevo contrato de cesión, hasta el jueves, para que el futbolista pueda disputar con el São Paulo la vuelta de la final de la Libertadores. La FIFA no acepta cesiones inferiores a los tres meses y el Betis no se fía del conjunto paulista para que un acuerdo entre ambas partes lo dé por finalizado motu proprio. Desde ayer, todavía menos. De Assis, hermano y agente de Ronaldinho, también quiere que el Betis le quite la multa de un millón al jugador y, finalmente, incluso intenta que el club le suba el sueldo. De momento, el Betis ha accedido a hablar con él, pero se ha negado a recibirle de manera oficial.

El contrato de cesión finalizó el día 10, por lo que si el São Paulo decidiera alinearle en la vuelta de la Libertadores cometería graves irregularidades que podrían acabar en sanciones al club y al propio jugador. El Betis se ciñe a la exigencia de lo firmado por el delantero que, junto a su agente, parece querer dinamitar.