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Columna
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Jolís

A José Luis Pérez de los Cobos y Esparza

Dice el poeta, en la Elegía por el amigo ido, y nadie mejor con él, "tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele hasta el aliento. Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado". Jolís, que en su juventud fue intérprete de melodías para adolescentes, buscó en todos los vientos cada una de las respuestas, y ahora se nos ha ido definitivamente de gira. Educado en la fortaleza y la integridad de los jesuitas de siempre, supo tratar por igual tanto al cuadro de honor y a la promulgación de dignidades como a las rayas rojas y a las expulsiones temporales. En la Facultad de Derecho, compartiendo inquietudes y amistades duraderas, conocimos por vez primera la caricia placentera de no renunciar a los sueños imposibles. Abogado enamorado de su profesión, atendió siempre las causas difíciles en las que creía aún a costa de la incomprensión de quienes no lo conocían. Su inquietud en defensa de diferentes colectivos sociales le llevó a ocupar un lugar destacado en los órganos directivos de Bancaixa, a cuyo presidente presentó brillantemente, agravada ya su enfermedad, en el club Jaume I de Valencia. Inolvidables travesías fueron las que en el California llevaba a cabo hasta las islas, por ese mar Mediterráneo que tanto amaba, en compañía de su mujer Mar, y sus hijos Mar, Juan y Jolís, que tanto le han ayudado en muy difíciles momentos. Marinero en tierra, puede decirse de Jolís, como en la Parábola del poeta, "érase de un marinero que hizo un jardín junto al mar, y se metió a jardinero. Estaba el jardín en flor, y el marinero se fue por esos mares de Dios". Jolís, intérprete amigo de inolvidables travesías, tus amigos, y nosotros entre ellos, te echaremos siempre de menos.

Alejandro Mañes es socio del Club Jaume I.

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