"Bajamos gritando, descalzos"
"Bajamos gritando, descalzos, en pijama o ropa interior y algunos niños en los brazos. Yo estaba durmiendo y mi marido me despertó y me dijo 'vámonos que hay fuego", explicó Laura, quien indicó que la finca que sufrió el incendio y la suya, ambas en la calle de Dolç del Castellar, están conectadas a través de la escalera. Según indicó, los vecinos que habían bajado a la calle "empezaron a apartar los coches" para facilitar la labor de los agentes de la Policía Local, "que llegaron los primeros", y de los bomberos, que, según apuntó, "llegaron poco después". La vivienda en la que se inició el fuego y la que ocupaba la familia lituana quedaron maltrechas. Las demás, después de que los servicios municipales repusieran los servicios básicos, pudieron ser ocupadas ayer, según informó la alcaldesa socialista de Sagunto, Glòria Calero, quien lamentó la "mala suerte" del joven lituano fallecido "cuando ya había escapado del fuego". Los servicios sociales municipales ofrecieron apoyo psicológico a los afectados.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.