Alozie queda cuarta
"Vine a ver lo que pasaba", dijo Glory Alozie, arrimada a la valla que rodeaba la pista, tras quedar cuarta en la final de 100 vallas. Al descubrirla, asomando medio tronco por encima de la barrera, no cabía duda de la proeza física que la había convertido en una de las mejores vallistas del mundo con sólo 1,55 de estatura. Ayer en Gotemburgo, sin embargo, no logró revalidar su título de campeona. Según ella, todo fue por culpa de la lesión que padece en la rodilla izquierda.
"No he podido entrenar como debía y no estaba preparada", aseguró. "Este año no he podido hacer estos tiempos".
Los tiempos a los que se refirió esta nigeriana nacionalizada española son los de sus rivales. El ritmo de la prueba le impuso un límite inaccesible. El bronce estuvo en 12,72 segundos. La española hizo 12,86. Una marca alejada de sus mejores posibilidades.
Ayer la vallista se presentó en Gotemburgo para ver qué se podía hacer con una rodilla que necesitaba infiltraciones. Alcanzó la final, pero estuvo lejos de los 12,62 que logró en los Juegos de Atenas, hace dos años -y que no le permitieron entrar entre las ocho primeras-.
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