Fernando de León, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Andalucía

Fernando de León asistió en primera fila al despegue empresarial de Málaga, una provincia que en la última década se ha puesto en la vanguardia del crecimiento económico andaluz y español, con más de 100.000 sociedades registradas. Hace menos de un año, la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Andalucía reconoció su trayectoria en el impulso de vocaciones empresariales y fue nombrado presidente de la organización, que representa a más de 4.000 firmas en esta comunidad. Fue esta asociación la que informó ayer, mediante un comunicado, de su fallecimiento a causa de una leucemia.

El reconocimiento social al emprendedor, un calificativo que ha hecho fortuna en el discurso político y mediático, es muy superior ahora al que existía cuando Fernando de León creó su primera empresa. Lo hizo a finales de los ochenta con sólo 20 años, cuando trabajaba para una firma de estudios de mercado. Se aplicó a sí mismo entonces la definición de empresario que, en una entrevista, dio una década después: "El empresario es un trabajador que quiere ser su propio jefe". Así pues, su primera empresa fue una firma dedicada a estudios de mercado, para luego crear otras dedicadas a la mercadotecnia o la gestión de centros de negocio. Su carrera empresarial le llevaría después a participar como socio o fundador en pequeñas sociedades que buscaban su sitio en nuevos mercados: energías renovables, localización de ubicaciones para instalaciones de telefonía móvil o telemercado.

Fue también muy activo desde bien pronto en el asociacionismo empresarial. Miembro fundador de la asociación nacional de centros de negocio, con 31 años fue nombrado presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios en Málaga. Fernando de León llevaba a gala que el centro de apoyo a emprendedores de su asociación recibía más de 1.000 visitas al año y consideraba que su principal misión era quitar a los jóvenes "el miedo a crear una empresa". Como representante empresarial centró su interés en las pymes y sostenía que el principal problema que afrontaban no era la falta de ayudas sino el exceso de trabas (trámites administrativos, impuestos...). Desde su asociación impulsó que varias entidades financieras diseñaran microcréditos para jóvenes empresarios y creó un programa de tutela de empresarios ya consolidados a emprendedores.

En estos pocos meses al frente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Andalucía, Fernando de León intentaba poner en marcha un nuevo modelo de gestión y estaba inmerso en la organización de un encuentro regional de emprendedores en el Palacio de Congresos de Málaga.