Mengual sube al escalón de la plata

El verano pasado, en el Mundial de Montreal, a Gemma Mengual se le abrió una puerta hacia el cielo. Virginie Dedieu, la reina de la natación sincronizada en la disciplina de solo, anunció su retirada y, simbólicamente, le traspasó la corona a Mengual, en aquella ocasión, tercera en el podio. Una vez más, una rusa, Natalia Ishchenko, se había colado entre la francesa y la española. Dedieu, agarrada a su corona, tan elegante y expresiva como lo era en el agua, le dijo a Mengual: "El segundo puesto es tuyo: has nadado mucho mejor". Así, de este modo tan contundente, la reina designaba a su heredera.

Mengual (Barcelona, 1977), que ya había logrado la plata en el Mundial de Barcelona 2003 y acumulaba tres bronces en los Europeos de 2000, 2002 y 2004, disputado en Madrid, esbozó una sonrisa y se tomó las palabras de la francesa casi como un mandato. Nadie como Dedieu, capaz de recibir un 10 unánime del jurado, para designar a su sucesora.

Junto a Anna Tarrés, la mujer que ha situado a la natación sincronizada española en la élite mundial, con 15 medallas en 10 años, la nadadora barcelonesa se puso a trabajar para cumplir el vaticinio de Dedieu. A Tarrés le correspondía idear una coreografía nueva, capaz de convencer a las juezas, cautivadas aún por el histórico dominio de las rusas. Y a Mengual, encontrar la música que inspirase a la seleccionadora. Durante meses, la nadadora se convirtió en parte habitual del paisaje de la sección de música de la FNAC. Cuando no se estaba entrenando, Mengual se acercaba al centro comercial, se dirigía a la sección de músicas "raras" y repetía la frase mágica: "¿me dejas escuchar este disco?". "Me pasaba las tardes allí. Los vendedores ya me conocían y siempre me dejaban escuchar lo que quería; en el fondo, han hecho negocio conmigo", recuerda Mengual, divertida.

Un buen día, dio con lo que buscaba. Colocó un disco de Dulce Pontes, una cantante a la que había seguido, lo escuchó sin mayor entusiamo y, cuando llegó a La Nana, se emocionó. "Supe inmediatamente que ésa era la canción que iba a dar pie a la coreografía", cuenta. Se trataba de una nana recogida en el disco de 2003 Luz prodigiosa, inspirado en poemas de Federico García Lorca.

Entusiasmada con la joya que había encontrado, se presentó ante Tarrés, que puso a funcionar su imaginación para crear una coreografía "capaz de emocionar al público". Si algo caracteriza a la seleccionadora nacional es su permante busca de la originalidad, su deseo de sacar a la sincronizada del corsé en la que la han atado las nadadoras rusas. "Ellas son muy buenas técnicamente, pero en la impresión artística apenas han evolucionado", apunta Tarrés, que encuentra en el teatro y la danza sus fuentes de inspiración. "No es que siga todo lo que está en la cartelera, pero me gusta investigar, buscar a las personas que me pueden llevar hacia terrenos nuevos y más originales", añade.

Y, una vez más con el solo de Mengual, lo logró. La catalana ensayó la coreografía durante un mes y medio y, cuando ayer, emergió de la piscina Ajos Josep de Budapest, donde estos días se disputa el Europeo de Natación, el público aplaudió de emoción. "Lo has hecho genial, ha sido de lo más emotivo", la felicitaban las seleccionadoras de otros países participantes. Las jueces, sin embargo, no compartieron su opinión, ni el designio de Dedieu: la puntuaron con 97.700, por detrás, de nuevo, de Natalia Ishchenko que, con 98.400, lograba la puntuación más baja con la que se ha alcanzado el oro. Al tercer peldaño del podio, se subía la joven griega Nathalia Anthopoulo (93.900).

"Pese a todo, estoy muy contenta", dice Mengual, que aspira a otras tres platas en el dúo que forma con Paola Tirados. "Ésta era mi gran oportunidad para lograr el oro. He nadado muy fuerte, con mucha altura y todo el mundo me ha felicitado". "En el conjunto", añade Tarrés, "Gemma ha sido mejor, pero, tal y como están las cosas, el oro es imposible".

Aunque no nadará con el equipo (será reserva), Mengual, que ya acumula 15 medallas, tendrá la satisfacción de sumar dos platas más con el combo y el equipo, que esta tarde disputa la final después de que una tremanda tormenta obligara a suspenderla ayer.