La Fiscalía de Bérgamo también investiga la relación de Basso con una trama de dopaje
La Guardia Civil y los 'carabinieri' buscan vínculos entre el grupo de Eufemiano y una red italiana
El nombre de Ivan Basso, uno de los ciclistas que, presuntamente y según las investigaciones de la Guardia Civil, recibía de Eufemiano Fuentes tratamientos dopantes que incluían transfusiones de sangre, figura también en las investigaciones paralelas sobre tráfico de sustancias dopantes que la fiscal de Bérgamo María Cristina Rota dirige desde hace meses en Italia. Los investigadores españoles e italianos intentan, además, establecer vínculos entre la trama de Eufemiano Fuentes y la transalpina, al sospechar que existe una gran red paneuropea.
Hace unas semanas, los miembros de la Unidad Central Operativa (UCO) que pusieron en marcha la Operación Puerto recibieron una petición de los carabinieri del NAS (división antinarcóticos del instituto armado italiano) de Brescia, a las órdenes de la fiscal de Bérgamo, para que les enviaran toda la documentación posible de la investigación española, según fuentes cercanas a la fiscalía italiana, para tratar de establecer vínculos entre ambos grupos o, al menos, hallar nombres comunes en las dos investigaciones.
Este extremo es una prueba más para validar la tesis de la Guardia Civil de que el grupo desarticulado en Madrid, el equipo dirigido por Eufemiano Fuentes y José Luis Merino Batres, no actuaba aislado en la capital, sino que formaba parte de una red paneuropea de diferentes células independientes en su funcionamiento pero con amplios acuerdos de colaboración entre ellas. Aparte de gran número de corredores del Liberty Seguros y el Comunidad Valenciana, y de otros ciclistas españoles como Mancebo y Sevilla, en los informes que la Guardia Civil ha remitido al juez figuran identificados como presuntos usuarios de la red madrileña ciclistas extranjeros de gran nivel, como Tyler Hamilton, Marco Pantani, el alemán Jan Ullrich e Ivan Basso. Estos dos últimos se vieron excluidos por ello del pasado Tour, del que eran los máximos favoritos.
Con respecto a Ullrich, identificado en los papeles de Eufemiano y Merino en 2004 como Jan y en 2006 como hijo de Rudicio, la Guardia Civil cuenta como pruebas de su implicación, aparte de su nombre en algunos documentos, con varias grabaciones entre el belga Rudy Pevenage, director deportivo del alemán, y Eufemiano Fuentes. En este hilo investigador, además, la Guardia Civil ha identificado a un médico germano que actuaría como corresponsal de Eufemiano en Alemania. A Basso se le identifica en los documentos requisados como Birillo. En su contra también figuran algunas escuchas telefónicas practicadas durante el último Giro, que ganó con gran autoridad.
Y estas últimas semanas, los miembros de la Guardia Civil recibieron también de sus colegas italianos informaciones que les pueden llevar a Basso. Se trata del relato de unas escuchas telefónicas practicadas en 2004 referentes a Eddy Mazzoleni, ciclista italiano que ha corrido el Tour este año con el T-Mobile y a su novia, Elisa Basso, hermana de Ivan. Las practicó la fiscalía de Roma dentro de su gran operación Oil for Drugs (aceite por drogas), en la que se vieron implicados otros corredores como Danilo di Luca y Alessio Galletti, quien falleció poco después durante la Vuelta a Asturias. En ellas, Mazzoleni habla con Carlo Santuccione, un médico de Pescara implicado desde la década de los 90 en varios casos de dopaje, y le comenta la posibilidad que tenían él y su novia de hacerse con algunos medicamentos prohibidos, bien en Inglaterra, bien en España. Los carabinieri de Roma hicieron llegar esta información a sus colegas de Brescia, quienes se la pasaron a su vez a sus colegas españoles, por si les era de utilidad.
Antes de esto, la Guardia Civil ya tenía sus dudas sobre la implicación en la trama de Eufemiano de Mazzoleni, de quien sospechaban que era el ciclista que se escondía o bien bajo las siglas MZD o que figuraba como amigo de Birillo, dos de los nombres en clave que finalmente los agentes españoles no han podido descifrar. Un último elemento que maneja la Guardia Civil para refrendar la conexión italiana del grupo desarticulado en Madrid lo constituye la plena identificación de Alessandro Kalc, un técnico de la zona de Trieste, conocido como manos pequeñas en las conversaciones del grupo, como correo para las operaciones en la república transalpina.
Kalc actuaba como enlace de Eufemiano en Italia y recibía del médico canario instrucciones en fax para aplicar los tratamientos prescritos a los corredores de su incumbencia que participaran en pruebas en Italia. Pero, también a veces, manos pequeñas acudía a un hotel de Madrid cercano a la base de operaciones de Zurbano 92 en el que recibía bolsas de sangre para transportarlas a Italia.
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