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Reportaje:CADILLAC BLS 1.9D ELEGANCE | PRUEBA

Un norteamericano con mentalidad europea

Cadillac es la marca de lujo de General Motors en Estados Unidos y, desde 2003, ha iniciado una nueva etapa para cumplir ese papel en Europa e intentar convertirse en alternativa a los fabricantes alemanes de prestigio. Así, tras el lanzamiento de otros automóviles más grandes y minoritarios, llega el BLS, una berlina de 4,68 metros de largo equiparable a los Opel Vectra o Peugeot 407.

El BLS combina soluciones de ambos continentes, porque el diseño exterior mantiene las señas de identidad de Cadillac y el interior sigue los gustos europeos. Pero en conjunto es comparable a los modelos equivalentes de aquí, aunque con unos precios superiores a las berlinas medias más populares, lo que penalizará las ventas.

El BLS es la berlina media de Cadillac, e incluye una mecánica acorde a los gustos europeos. Combina una imagen llamativa, un interior elegante y un comportamiento cómodo, seguro y eficaz, aparte de un moderno turbodiésel que mueve bien el peso y gasta poco. Ofrece también un buen equipo de serie, pero tiene un precio superior al de otros modelos equivalentes que limita su atractivo y competitividad.
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Refinado y eficaz

Estética llamativa

El nuevo BLS comparte la base de otros modelos europeos de General Motors, como el Vectra y sobre todo el Saab 9-3, y es el primer Cadillac que se fabrica en Europa, en la misma factoría sueca que el último. Los dos utlizan el mismo chasis y mecánica, pero el modelo norteamericano se viste con un traje más grandilocuente que recoge el ADN de Cadillac.

La peculiar estética del BLS se aprecia bien en el frontal, con un morro en cuña muy prominente que integra la nueva parrilla de nido de abeja de la marca con el logo en el centro. Este diseño, unido a unos faros grandes y un parachoques generoso, define un rostro muy llamativo. El lateral es más convencional, con la cintura ascendente de las puertas y las aletas resaltadas, y la zaga replica el estilo del frontal y es también original: tiene un nervio vertical en forma de cuña en el centro del maletero y unos pilotos muy grandes y también verticales a los lados.

Un interior con clase

El resultado es una berlina distinguida de marcada personalidad, pero también algo ostentosa para los cánones europeos de la elegancia. En cambio, tiene una aerodinámica eficiente (CX: 0,30).

El interior del BLS está resuelto con clase y transmite elegancia y distinción. El diseño recuerda al Saab 9-3 en detalles como el botón de apertura de la guantera o el freno de mano. Pero los plásticos en dos tonos del salpicadero y los adornos realzan el aspecto del conjunto, y está bien acabado, con buenos ajustes y materiales.

La habitabilidad no está tan lograda porque, aunque las plazas delanteras son correctas, atrás el espacio para las piernas se queda justo. Y tampoco destaca el maletero (425 litros) ni los huecos para objetos, que se limitan a unas bolsas pequeñas en las puertas delanteras y simbólicas en las traseras; el apoyabrazos central y cuatro posavasos, dos delante y dos en la banqueta posterior. Por lo demás, es un coche confortable para viajar, porque está muy bien aislado por dentro, tanto de mecánica como de aerodinámica y rodadura, y las suspensiones ofrecen un buen equilibrio entre estabilidad y confort.

Dos motores y dos acabados

La gama BLS cuenta con cuatro motores, un 1.9D turbodiésel (150 CV) y tres de gasolina: 2.0 turbo (175 y 210 CV) y 2.8 V6 turbo (255 CV). Los dos primeros se ofrecen en acabados Business y Elegance; los otros dos, en el último, y el V6, también en el Sport Luxury. El Business incluye seis airbags, ABS, radio-CD, aire acondicionado, control de velocidad, cuatro elevalunas eléctricos y llantas de 16 pulgadas, pero sorprendentemente el climatizador y el ESP (279 euros) no son de serie y se incluyen en el acabado Elegance, que añade asientos eléctricos, llantas de 17, sensor de lluvia y más detalles. El Sport suma el chasis deportivo, tapicería de cuero, llantas de 18, faros de xenón, cargador de CD...

Conclusión

El Cadillac BLS es una berlina familiar para quienes valoran los coches poco vistos. Ofrece una estética llamativa, un interior elegante y un comportamiento y un motor turbodiésel acordes con los gustos europeos. Pero es más caro de lo deseable y presenta carencias sorprendentes, como el ESP.

El BLS es una berlina media con medidas europeas. El frontal con la parrilla de nido de abeja en forma de cuña y el escudo de Cadillac destacado en el centro definen una estética muy llamativa y original.
El BLS es una berlina media con medidas europeas. El frontal con la parrilla de nido de abeja en forma de cuña y el escudo de Cadillac destacado en el centro definen una estética muy llamativa y original.CÉSAR LUCAS ABREU

MÁS CARO Y CON ESP OPCIONAL

El acabado Business del BLS 1.9 D cuesta casi igual que los modelos equivalentes de las marcas de prestigio, pero viene menos equipado que las berlinas europeas más populares: no incluye climatizador y el ESP es opcional (279 euros). El Cadillac BLS es 5.400 euros más caro que un 407 similar, que viene con climatizador bizona, siete airbags, ESP, llantas de 17 pulgadas y sensores de lluvia y faros. La diferencia con el Saab 9-3, que comparte chasis y motor, baja a 1.500 euros, y aunque éste incluye climatizador, le faltan detalles: tiene dos elevalunas eléctricos y llantas de 15 pulgadas, y el control de velocidad y el ESP son opcionales. Sólo el Audi A4 y el Volvo S60 son más caros (700 y 3.600 euros). Los dos vienen con climatizador bizona y ESP, pero el Volvo tiene llantas de 15 pulgadas y le falta el control de velocidad.

AMBIENTE DISTINGUIDO

El interior del Cadillac BLS, muy parecido al del Saab 9-3, está cuidado y presenta un ambiente distinguido y acogedor, sobre todo en el acabado Elegance de la prueba. Destacan los plásticos en dos tonos del salpicadero, oscuros y mullidos en la zona superior y más claros en la inferior, que combinados con los adornos metalizados y los listones de madera dan clase al conjunto. La consola central es moderna y ordenada, lleva el equipo de música integrado y tiene los mandos muy a mano. Y el volante integra en la zona superior las levas para accionar manualmente el cambio automático secuencial. Pero tanto los mandos del volante como la apertura por botón de la guantera o el freno de mano son idénticos a los del Saab 9-3. Las plazas traseras del BLS tienen una altura correcta para adultos de 1,80 metros, pero resultan algo justas en la zona de las piernas y apenas hay huecos para objetos: sólo dos posavasos retráctiles en el centro de la banqueta y unas bolsas mínimas en las puertas. El maletero tampoco destaca (425 litros), aunque se puede ampliar abatiendo los respaldos y dispone de un hueco para esquís. La zaga es muy sólida y original, con un maletero alto y dos pilotos grandes muy llamativos en posición vertical.

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