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Una banda que 'clonaba' tarjetas robó tres millones de euros a miles de ciudadanos

La policía consideraba a la red, de ocho miembros, como la más importante del país

F. Javier Barroso

La policía ha acabado con un grupo muy profesional que se dedicaba a clonar tarjetas de crédito a través de los cajeros automáticos. La banda, considerada por la policía como el grupo más importante asentado en España, llevaba delinquiendo más de un año en el territorio español, aunque su base de operaciones la tenían en la capital y en Fuenlabrada y Getafe. Los investigadores han tardado casi un año en poder desentramar esta organización y detener a los ocho integrantes de esta red, de nacionalidad búlgara. Los agentes calculan que han sido robados por este sistema miles de ciudadanos. El valor de lo defraudado supera los tres millones de euros, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

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La banda había desarrollado un minucioso plan para copiar las bandas magnéticas de las tarjetas y los números secretos de las víctimas. Para las primeras, colocaban una falsa rendija que almacenaba la información de los clientes. Para hacerse con el pin, habían creado un teclado similar al de los cajeros. Otras veces, colocaban microcámaras en la parte superior de los cajeros, con lo que tenían toda la información necesaria para duplicar las tarjetas.

Según fuentes de la investigación, la organización del grupo era piramidal. Cada uno tenía su función perfectamente delimitada, de forma que los escalones más bajos eran los que colocaban los dispositivos de copia de las tarjetas. "Habían copiado las medidas y las letras de los cajeros de forma que, para el cliente, era casi imposible fijarse en que se la estaban copiando. Además, estos dispositivos se colocaban en cuestión de segundos, lo que no levantaba la sospecha de nadie", comentaron fuentes del caso.

Cajeros en la calle

Los detenidos eran especialistas en los cajeros de Caja Madrid. Solían colocar las cámaras durante una tarde en los cajeros que dan a la calle, de forma que evitaban las grabaciones de las cámaras de seguridad de las sucursales. A eso se unía que siempre había personas de la organización encargadas de avisar de la llegada de la policía o de los responsables de vigilancia de las entidades bancarias.

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Con la información incautada sacaban las tarjetas falsas y se ponían a operar con ellas. Siempre aprovechaban la medianoche para sacar todo el dinero que pudieran. Esperaban que faltaran pocos minutos para acabar el día para extraer el máximo de la tarjeta. Cuando el reloj marcaba la llegada del nuevo día, repetían la operación. "Se trata de la red más especializada y que más golpes ha dado por todo el territorio. Han llegado a sacar miles de euros en cuestión de minutos", señalaron fuentes de la investigación. También facilitaban los dispositivos de copiado a otros grupos criminales con los que estaban relacionados.

Las investigaciones se han visto dificultadas por el hecho de que la banda traía a España a compatriotas desde Bulgaria con el único fin de colocar los dispositivos de copia de las tarjetas. Tras estar unos tres meses, retornaban a su país, lo que dificultaba el trabajo policial.

La policía calcula que son miles las personas afectadas por el fraude de las tarjetas, ya que llevan delinquiendo desde hace más de un año. Las investigaciones comenzaron el pasado mes de septiembre.

La banda disponía de múltiples medidas de seguridad, como vigilancias constantes. Tenían domicilios en las calles de Alfalfa, García Llamas, Mineros y General Ricardos. En Fuenlabrada habían elegido el paseo de Lisboa y las calles de Ocho de Marzo, Galicia y Tolerancia. En la localidad de Getafe, apostaron por la avenida de Aragón. Los agentes han decomisado 25.000 euros en metálico, 150 tarjetas blancas y otras 45 con banda magnética, 15 microcámaras, 14 teclados numéricos falsos, además de 8 ordenadores (7 de ellos portátiles), escáneres, impresoras, lijadoras y pulidoras.

Las medidas de seguridad eran tan grandes por parte de la organización que uno de los ordenadores tenía un lector de huella dactilar. Esto suponía que nadie podía acceder a su contenido salvo su dueño.

Los detenidos tienen entre 20 y 31 años. Los jefes del grupo son Alexandar Iossifov Leviev, de 21 años, y Aleksandar Dimitrov Penev, de 26. Las investigaciones continúan abiertas.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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