El nuevo partido no nacionalista decide llamarse Ciutadans-Partit de la Ciutadania

El nuevo partido político impulsado por la plataforma antinacionalista formada en 2005 por un grupo de intelectuales, profesores y periodistas ya tiene nombre. Se llamará Ciutadans-Partit de la Ciutadania/Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía. La decisión fue tomada ayer en el congreso fundacional de este partido, que se celebra en un hotel de Bellaterra.

El congreso es a puerta cerrada, sin acceso a los medios de comunicación. Según explicó por teléfono uno de los asistentes, participan en él 350 delegados. La previsión es que finalice al mediodía de hoy, después de que se elija a la dirección.

Además del nombre, los congresistas decidieron ayer también otra cuestión muy importante: el ámbito territorial de la nueva fuerza política. Se decidió que su ámbito sea toda España, pero con actuación circunscrita a Cataluña por razón de su origen. Esta fórmula ha sido adoptada para dar acogida a los numerosos círculos de simpatizantes que el nuevo partido tiene en diversos puntos de España.

La estructura organizativa de la nueva formación consta de federaciones provinciales, más una federación en la ciudad de Barcelona y otra para los afiliados en el resto de España. Tendrá un secretario general, que hoy será elegido.

Socialdemócrata y liberal

Cuando en junio de 2005 los promotores lanzaron el manifiesto llamando a la creación del partido dejaron ya muy claro que no querían convertirse en la dirección ejecutiva. Algunos de los participantes en los intensos debates de los últimos meses han apuntado que sólo uno de los promotores figurará en la dirección ejecutiva: Teresa Giménez Barbat.

Otra de las cuestiones por decidir es la definición ideológica del partido, sobre la que ha habido fuertes discusiones. Ayer todo apuntaba a una definición amplia, con una fórmula inclusiva que tenga en cuenta la socialdemocracia y el liberalismo progresista. "Lo que es seguro es que no nos definiremos como un partido de derechas", dijo el comunicante.

El objetivo declarado de los promotores de Ciutadans es recoger votos entre los sectores de población descontentos con el nacionalismo catalán, que a su juicio, impregna la actuación de todos los partidos que tienen representación parlamentaria en Cataluña, salvo el PP.

Además de recoger la ya larga experiencia de varios grupos que se han dedicado a combatir la política lingüística de los sucesivos Gobiernos de la Generalitat, el nuevo partido cuenta ya con una labor política propia, pues ha participado activamente en la campaña del referéndum del Estatuto de Autonomía, en la que propugnó el rechazo a la propuesta de reforma.