_
_
_
_
CIBER 006 | Alemania 2006

La pelota en el diván

El mundo se divide en dos, los que creen que el fútbol no vale para nada y los que creen que el fútbol lo explica todo. Desde que el antropólogo Desmond Morris escribió El Mono desnudo, los que explican todo por el fútbol triunfan más.

Coincidiendo con cada Mundial, las librerías anglosajonas se llenan de libros sobre fútbol. No son novelas, como en el mundo hispanohablante, tampoco tratados deportivos, donde sobresale la escuela francesa, sino ensayos sociológicos de lo más variopintos.

Si Morris ya nos decía en 1967 que el fútbol sustituye a la primitiva caza, ahora David Winner psicoanaliza a Inglaterra a través del fútbol. En su libro Those feet (Esos pies, historia íntima del fútbol inglés), Winner sugiere que el fútbol no fue creado para el ocio de la clase baja (los nobles ya tenían el tenis, entre otros juegos), sino para formar a los soldados que tendrían que defender el Imperio Británico y, sobre todo, para erradicar la masturbación de los colegios. El fútbol debía ser doloroso, además de agotador, escribe Winner.

Coincide con él Arthur Conan Doyle (1859-1930), creador del personaje de Sherlock Holmes, a quien el sitio de citas www.allgreatquotes.com le atribuye la siguiente frase: "Es mejor que nuestro deporte corra el riesgo de ser demasiado rudo para evitar el peligro de afeminamiento".

Conan Doyle, que estudió en un colegio de los jesuitas, fundó el Portmouth Football Club en 1884 y, bajo el seudónimo de Smith, fue su primer portero.

Las tesis de Winner se refuerzan con otra frase del poeta Oscar Wilde (1854-1900) que se recoge en el mismo sitio: "El fútbol es un buen deporte para las rudas mujeres, pero no para los chicos delicados".

El onanismo generalizado, escribe Winner, no podía conducir a otro destino que a la decadencia del Imperio Británico; pero, ya ven, tal como tenemos al Imperio y a la selección, el plan tenía algún fallo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_