Una inyección de dinero para afrontar nuevos planes
En sentido genérico, la financiación empresarial es la obtención de fondos monetarios para una compañía. Este dinero que necesita la empresa para el desarrollo de su actividad puede ser proporcionado por sus propios socios o accionistas, o por entidades ajenas a ella, como entidades bancarias, financieras o inversores institucionales.
Según esto, una empresa puede recurrir, para cubrir sus necesidades de fondos, a sus propios recursos (autofinanciación), a recursos de sus socios o accionistas (ampliaciones de capital) y a recursos de terceros o ajenos (préstamos, descuentos de papel, etcétera).
Uno de estos instrumentos de financiación externa que en los últimos años ha cobrado creciente importancia en el mercado español ha sido el Sale & Lease Back, que es un mecanismo que permite la obtención de recursos monetarios desde la externalización de los activos inmovilizados de la propia compañía.
Las compañías pueden obtener liquidez mediante la venta de un activo del que se mantiene la posesión a través de un arrendamiento financiero
Aunque realmente en España el Sale & Lease Back se comenzó a utilizar en la década de los años noventa, la primera operación de este tipo tiene su origen en Estados Unidos en el año 1936 y fue realizada por la cadena californiana de supermercados Safeway Stores Incorporation. En nuestro país y debido a la tendencia generalizada a tener la propiedad de los activos afectos a la actividad, este tipo de operaciones han tardado mucho más en generalizarse.
El término Sale & Lease Back hace referencia a una moderna técnica de financiación empresarial que tiene por finalidad proporcionar liquidez a las empresas necesitadas de recursos financieros mediante la venta de un activo de su propiedad afecto a la actividad de la compañía, pero manteniendo la sociedad la posesión del activo vendido a través de un arrendamiento financiero. Lo que se persigue con este instrumento es la obtención de liquidez. Las empresas, que quieren ser competitivas y permanecer en el mercado, tienen que afrontar importantes procesos de inversión. Esto hace necesario la búsqueda de nuevas fórmulas de financiación, evitando las tradicionales entidades financieras o socios financieros, cuando el equilibrio de la sociedad sea susceptible al incremento de su endeudamiento financiero.
Esta forma de financiación es aplicable para todo tipo de empresas, sectores y para cualquier activo (inmuebles, maquinaria, equipos...) siempre que esté afecto al proceso productivo de la empresa.
Los elementos que participan en un contrato de Sale & Lease Back son básicamente tres. Por una parte, la compañía propietaria del activo y que desea obtener liquidez, por otro lado, el activo objeto de la venta y posterior cesión en régimen de arrendamiento financiero y, por último, la entidad que tiene por objeto la intermediación financiera, esto es, adquiere el activo a la compañía y se lo arrienda con una opción de compra para cuando finalice el contrato.
La compañía que explota el activo pagará por el arrendamiento a la entidad propietaria del bien unas cuotas periódicas compuestas por tres conceptos: capital, intereses e impuesto sobre el valor añadido (IVA). La última cuota corresponderá a una opción de compra, en virtud de la cual la compañía podrá volver a ser la propietaria del activo.
Por último, conviene señalar que las implicaciones fiscales y contables, aunque con algunas características especiales que se escapan de esta descripción, se asemejan a las de un leasing financiero.
Manuel Cabeza Peralta es senior analyst de ONEtoONE Capital Partners.
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