"Ribéry nos tumbó"
Los jugadores españoles señalan que el gol del empate fue un mazazo anímico
"Sobre todo silencio", dijo Xabi Alonso cuando pensó en unas palabras que describieran lo que se encontró alrededor mientras se cambiaba. El centrocampista vasco estaba pálido, molesto, con pocas ganas de hablar. Como el resto de sus compañeros. El vestuario español se convirtió en un recinto de gente avergonzada, de caras escondidas entre las manos, de rumores sin voces de fondo. La verdad se suele digerir entre gimoteos. Tras un mes de mucho ruido, a los jugadores de la selección la revelación les llegó de forma inesperada. "Esperábamos que el Mundial fuera más largo", continuó Alonso. "Pero hay que hacerse a la idea de que se nos ha terminado".
"Nos habíamos hecho ilusiones de que podríamos hacer algo importante", lamentó Raúl; "y no nos esperábamos salir así". En realidad, a España el Mundial se le acabó a los 45 minutos del partido. Todos los jugadores coincidieron en que el gol de Ribéry, el empate (1-1), resultó "fundamental". Un simple gol a medio camino resultó insoportable para un grupo de jugadores que llevaban dos semanas conjurándose para conquistar Berlín. "No poder aguantar el 1-0 hasta el descanso nos ha hecho mucho daño", dijo Alonso. "El gol en el último minuto duele", apuntó.
Puyol: "Fue una pena la falta que me pitaron contra Henry. Claramente no lo fue"
Torres: "Hemos perdido en los detalles y mi actuación particular no me sirve de consuelo"
Las mismas palabras que Alonso empleó Carles Puyol: "Ha sido un partido intenso. En la primera parte hemos practicado un buen fútbol. Nos hemos puesto por delante en el marcador pero el gol en el último minuto nos hizo mucho daño". El "daño" del que hablaron los españoles fue la aflicción psicológica a la que se refirió Henry cuando aseguró que Francia ganó el partido porque demostró que era "mentalmente más fuerte".
Puyol fue el más analítico de los derrotados. "En la segunda parte ellos nos presionaron mucho y nos hicieron mucho daño", dijo. "Tuvimos que hacer un fútbol más directo. Sabíamos que jugábamos contra una gran selección. Fue una pena la falta que me pitaron contra Henry. Clarísimamente no lo es. Y justamente de ahí surgió el segundo gol de ellos, que nos lo hacemos nosotros en propia meta. Xabi lo peinó hacia atrás bombeado y creo que Sergio Ramos al intentar cortar su remate lo marca en contra. Ha sido mala suerte. Son cosas del fútbol".
El gol en contra fue una metáfora de la participación de la selección española en los Mundiales. Hay algo que no funciona y debe tener raíces profundas porque nadie encuentra una explicación fácilmente. "Esto es una desilusión sin más", dijo Casillas, descarnado como siempre. "No hemos estado a la altura del partido. Hemos jugado nuestro partido más importante y hemos fallado. En la primera parte lo único que hemos hecho es un gol de penalti. No hemos creado más ocasiones. Sólo nos hemos dedicado a aguantar el 1-0. Nos ha salido el peor partido desde que estamos en Alemania".
A los 40 minutos de juego el público español ya vislumbraba el estadio Olímpico: "¡Sí, sí, sí, nos vamos a Berlín!". Fue un grito de esperanza alimentada, mayormente, a fuerza de victorias contra rivales de poca monta. El de ayer fue el primer partido que perdió España desde que Luis Aragonés asumió el cargo de seleccionador. Una derrota en 28 encuentros. Pero una derrota definitiva. "No ha sido un problema de inexperiencia", machacó Casillas. "El problema ha sido que no hemos jugado bien. Nos hemos hecho un gol en contra y no hemos rendido al cien por cien".
Fernando Torres salió del estadio amargado. "No sirve de nada que haya hecho tres goles", dijo. "Eso no vale nada. Lo que teníamos que hacer era ganar el partido y no lo hemos hecho. Hemos perdido en los detalles y mi actuación particular en el Mundial no me sirve de ningún consuelo".
Sin embargo, Torres se mostró satisfecho con la actuación de España. "La gente debe estar orgullosa de lo que ha hecho la selección", dijo. El punta del Atlético también criticó la labor del árbitro italiano: "Nos castigó excesivamente. En la falta que pita antes del segundo gol de Francia es muy riguroso". Esta acción fue objeto de unanimidad entre los españoles, que consideraron que Henry exageró un golpe de Puyol en la cara, a diez metros del área. El propio Puyol dijo que Henry simulaba, y que nunca le hizo falta. En su descargo, el delantero francés dijo que no entendía la acción de Puyol como otra cosa que no fuera falta. Henry dijo que el defensa hizo un esfuerzo "enorme" por interceptar su carrera cuando Pernía "iba a llegar fácilmente al balón".
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