La brasileña Varig elimina decenas de rutas
El Gobierno brasileño anunció ayer que ha preparado una "operación de guerra" para garantizar el regreso a Brasil de millares de pasajeros de la agonizante aerolínea Varig. La compañía, al borde la quiebra, ha cancelado decenas de vuelos en la última semana. Ayer anunció que ha emprendido una reestructuración de rutas nacionales e internacionales para darle prioridad a los destinos de "de mayor demanda de pasajeros y rentabilidad".
"Así" explicó la aerolínea "quedan suspendidos temporalmente los vuelos para Milán, Múnich, Madrid, París, Nueva York, Miami, Los Angeles, Ciudad de México, Montevideo, Asunción y Bogotá".
En medio de la crisis, el Sindicato de los Trabajadores Aeroviarios del Estado de Sao Paulo aseguró que SATA, filial del Grupo Varig encargada de servicios y manutención en tierra, se dispone a despedir entre 1.800 y 2.000 de sus 5.700 trabajadores debido a la reducción de las operaciones de Varig. "Pero podrían ser muchos más" dijo el presidente del sindicato, Uebio José da Silva.
La grave situación de la compañía ha obligado al Gobierno brasileño a tomar cartas en el asunto. El ministro de Defensa, Waldir Pires, aseguró en una entrevista con Radio Nacional que la Agencia Nacional de Aviación (ANAC) necesitará la participación de otras compañías aéreas brasileñas para atender a los clientes de Varig. "Lo que vamos a tener que hacer es como si se tratase de una operación de guerra", dijo el ministro.
"Esperamos la participación de todos los concesionarios del servicio público de transporte aéreo para amparar a los ciudadanos que están por ahí afuera con billetes de otra concesionaria y tienen derecho a regresar", advirtió. Pires dijo también que el Gobierno deberá negociar para que "en caso de que las actividades de Varig sean inviables", sus empleados sean empleados por la concesionaria que obtenga sus rutas.
Las operaciones, rutas y cupos en aeropuertos de Varig fueron vendidos esta semana por 356 millones de euros a NV Participaciones, una firma creada por el sindicato Trabajadores Grupo Varig e inversionistas desconocidos. Pero ofrecen pagar a crédito y con emisión de bonos a 20 años. Los compradores tienen hasta el viernes para depositar 59,5 millones de euros de garantía y han solicitado al Bndes, un banco del Gobierno federal, un préstamo para reflotar la empresa. Pero el banco pide garantías que no han aparecido.
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