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Owen, "hundido", y Rooney, "enfadado"

Eriksson lamenta la lesión del ex madridista y disculpa el mal gesto de su compañero de ataque

Corría el minuto 2 del partido. Michael Owen tenía el balón en una banda. Era una jugada sin importancia. Al menos, en apariencia. Ya sin la pelota, el jugador se desequilibró y, al caer, dobló con violencia hacia fuera su rodilla derecha.

La cara del delantero inglés, que hacía gestos de resignación, daba muestras de la gravedad de la lesión. Al llegar el médico de Inglaterra hasta el lugar, el primer gesto que hizo fue el de pedir el cambio al banquillo. Mientras Owen era retirado en camilla, Crouch ocupaba su lugar en el campo.

Al finalizar el encuentro, nadie de la selección inglesa se atrevía a hacer un pronóstico de la lesión, aunque el pesimismo predominaba. "Ojalá no sea nada importante, pero lo cierto es que tiene muy mala pinta", dijo el seleccionador inglés, el sueco Sven-Goran Eriksson. El centrocampista Steven Gerrard comentó que Owen estaba "totalmente hundido": "Ahora hay que apoyarle en todo lo que necesite. La lesión no tiene buena pinta". Owen será sometido mañana a un escáner para comprobar el verdadero alcance de su dolencia.

Su compañero inicial en el ataque fue Wayne Rooney, que jugaba su primer partido de titular desde su lesión. El delantero del Manchester United se mostró muy activo desde los primeros minutos, pero no tuvo suerte ante el gol. Peleó con la defensa sueca y buscó continuamente la portería, pero al disparar parecía no tener el punto de mira en la dirección correcta.

Cuando Eriksson decidió sustituirle por Gerrard, autor del segundo gol inglés, Rooney no se lo tomó muy bien. Recorrió el terreno con cara de pocos amigos y, al llegar al banquillo, lo golpeó. Minutos después, se descalzó las botas con la misma cara de mal humor y las arrojó con violencia contra el suelo mientras sus compañeros de banquillo le miraban asustados.

Eriksson no dio mucha importancia al incidente con el delantero. "Wayne está enfadado consigo mismo porque no ha jugado todo lo bien que habría querido en el segundo tiempo". Respecto al cambio, el seleccionador aseguró que fue para no forzar demasiado a Rooney. "Acaba de salir de una lesión y le he quitado para evitar el riesgo de que se lesione por hacerle jugar mucho tiempo demasiado pronto", explicó; "de todas formas, va mejorando poco a poco y cada día está mejor". Lo que más disgusto a Eriksson fue "recibir dos goles a balón parado; eso no se puede consentir".

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