"Pudo ocurrir lo peor"
El drama sobrevoló el circuito tras el accidente, en el que Gibernau se rompió la clavícula
Las luces de alarma se encendieron en la dirección de carrera en el mismo momento de empezar la prueba de MotoGP del Gran Premio de Cataluña. Un incidente múltiple con motos volando por los aires en medio del pelotón; con pilotos arrastrándose por el suelo golpeados por las mismas monturas; con frenazos y aceleraciones para intentar esquivar lo que parecía inevitable, causó pavor en los boxes y entre los familiares de los protagonistas. La carrera fue suspendida y debió volver a empezar, pero ese fue el mal menor. El accidente adquirió tal dimensión que hizo pensar en lo peor. Al final, sin embargo, el saldo no resultó tan dramático: Loris Capirossi y Marco Melandri, aparentemente los más graves, podrían incluso correr en Assen el próximo sábado; y sólo Sete Gibernau, con rotura de clavícula, no estará allí.
Justo cuando el grupo de pilotos se acercaba a la primera curva tras la salida, las dos Ducati de Gibernau y Capirosi no pudieron evitar el contacto que desencadenó el brutal incidente. En la refriega, el freno delantero del piloto catalán se enganchó con la pierna izquierda del piloto italiano, provocando una frenada de una potencia de 30 bars -lo habitual son 10 bars en las curvas- cuando iba a 195 km/h. Es decir, la rueda delantera de Gibernau se clavó y la moto salió volando por los aires dando vueltas de campana en medio de un pelotón aterrado. Mientras Gibernau acababa sobre la arena, la moto de Capirossi tocaba la Honda de Melandri que, a su vez, colocaba a Pedrosa en un bocadillo entre él y Hopkins. Los dos últimos lograban mantener el control hasta la arena, antes de caerse.
La situación de Melandri hizo temer lo peor, porque dio la sensación de que su moto le había golpeado la cabeza y de que su brazo había quedado atrapado, en un momento, entre el amortiguador y el tubo de escape de la Honda de Pedrosa. "Tras la caída me quedé muy preocupado por todos los implicados, pero especialmente por Melandri, porque le vi tendido en el suelo y no se movía", comentó Valentino Rossi, el ganador. "No recuerdo nada de lo ocurrido", indicó Melandri, a quien se le diagnosticó inicialmente traumatismo craneal y amnesia temporal. "Sólo siento un gran dolor en el cuello".
No sólo él, todo el mundo se temió lo peor. Mientras Pedrosa y Hopkins se levantaban por su propio pie, estaba claro que Gibernau, Melandri y Capirossi necesitarían asistencia hospitalaria. "Melandri tuvo mucha suerte, porque sus lesiones cervicales podían haberle dejado paralítico", comentó el doctor Costa, responsable del hospital móvil de MotoGP. "Para lo que podía ocurrir, todo ha sido muy leve", agregó el director médico, Claudio Macciagódena. "Melandri sufre una luxación de la clavícula y algunas lesiones musculares en la zona cervical. Sufrió una fuerte conmoción cerebral, pero nunca perdió el conocimiento. En Capirossi todo quedó en diversas contusiones. Los dos tienen posibilidades de correr ya en Assen el sábado. Y el más grave es Gibernau, que se rompió la clavícula y deberán colocarle otra placa, con lo que es seguro que no estará allí".
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