Raimon vuelve al Olympia
A los 40 años de su primer recital, el cantautor actúa en la mítica sala de París
En junio de 1966, hace pues 40 años, el poeta y cantante Raimon actuaba por primera vez en el Olympia de París, una sala mítica por la que ya habían desfilado nombres como Edith Piaf, Jacques Brel, Ray Charles, Miles Davis o los Beatles. Raimon era el primero en hacerlo en catalán y su recital se convirtió en la prueba -un disco mítico salió de aquella comunión- de que las cosas, en España, estaban cambiando y que la gente que se atrevía a manifestarse contra la dictadura "eran muchos más de los que ellos quieren y dicen". Ahora Raimon ha vuelto a cantar en el Olympia. Se trataba de recordar, de no dejar que el colchón del olvido nos aplaste, pero también de proyectarse en el futuro, de presentar nuevas canciones, de mezclar canciones de amor y canciones de combate.
El escritor Jorge Semprún, un gran especialista en cuestiones culturales como Jack Ralite, el también escritor y periodista Ramón Chao, el poeta Georges Raillard, el pintor Antoni Taulé, los artistas Jaume Xifra y Dorothée Seltz, la productora de cine Marta Esteban estaban ahí, junto con otras 2.000 personas que casi llenaban la sala. La representación política -el embajador de España en Francia, la delegada de la Generalitat, la responsable de Relaciones Internacionales del Gobierno autónomo, etcétera- era nutrida pero sin protagonismo especial. Los tiempos han cambiado y es la sociedad civil, los ciudadanos, quienes se reúnen en torno a Raimon "para decirse aquello que tú y yo sabemos", o sea, que hay otros valores que los del ritmo estricto, que el de los textos indigentes y los estribillos du-du-du-dua.
El Raimon de hoy tiene un repertorio de más de 150 canciones. El lirismo y la reflexión le han ganado terreno a la rabia o la indignación, tal y como lo prueba Terra negre, una recién llegada a ese repertorio y que es un homenaje, descripción y análisis de una tela de Antoni Tàpies, pintor que, en su día, también participó de la aventura colectiva raimoniana aportando su talento a la estupenda lista de portadas de los más de 50 discos de Raimon editados en todo el mundo.
El público coreó alguno de los viejos himnos antifranquistas, pero también rió con la crónica caníbal de Jaume Roig recitada de manera insuperable, o se emocionó con la evocación del amor en Com un puny. Definitivamente, con Raimon 40 años no son nada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.