Detenidas siete personas por el secuestro de un menor en Murcia
El alcalde de Torre Pacheco prestó dinero para pagar el rescate
El secuestro de un niño de 12 años el pasado lunes en la localidad murciana de Torre Pacheco terminó ayer con la detención de siete personas tras el pago de 50.000 euros a los secuestradores por parte de Antonio Hernández Cuevas, el padre del menor. El dinero todavía no ha aparecido. Hernández tuvo que pedir prestado a varios amigos, entre ellos el alcalde de Torre Pacheco, Daniel García, para hacer frente al rescate.
Siete detenidos por el secuestro y posterior liberación de un menor, de 12 años, y 50.000 euros sin aparecer. Éstas son las principales conclusiones de un caso que comenzó el lunes por la mañana, cuando tres encapuchados entraron en las oficinas de la empresa Estructuras y Ferrallas El Molino, de 52 trabajadores y ubicada en Torre Pacheco (Murcia), donde amordazaron a la madre del secuestrado y se llevaron al niño.
Ayer, hacia las tres de la tarde, varios agentes de la Guardia Civil arrestaron a los hermanos El Miloud Rhilane y Jamal Rhilane como presuntos autores materiales, junto a Juan Antonio Cortés Camacho, que ya fue detenido el pasado sábado, del secuestro del hijo de 12 años del empresario murcianos Antonio Hernández Cuevas. También han sido arrestados por participar en distinto grado en el acto delictivo Khalid Boutahar, Hicham Boudlal, Mimon Jebbar y Abdelfttah Joudami, todos ellos en situación regular en España.
Según el relato del padre, que atendió ayer de madrugada a los medios, pagó 50.000 euros por la liberación de su hijo, que se produjo hacia las tres de la madrugada. Además, Antonio Hernández desveló que por lo menos le hicieron moverse a tres sitios distintos. "Me pegué tres horas dando vueltas por la zona, ya que primero me fui a San Cayetano, después a Dolores de Pacheco y finalmente a Balsicas", donde según su relato dejó el dinero que le reclamaban los secuestradores. Al final su hijo fue liberado en la carretera F-20, a un kilómetro de la pedanía murciana de Avileses.
Los hechos, tal y como declaró el empresario a la Guardia Civil, comenzaron la mañana del lunes, cuando, acompañado de un amigo, acudió al banco para sacar 20.000 euros para pagar las nóminas de los trabajadores de su empresa, entre los que tiene empleados de varias nacionalidades.
Tres encapuchados
Una vez recogido el sobre "marrón" se fue a la empresa para depositarlo, aunque no lo dejó en la oficina, lugar en el que buscaron los secuestradores. A los cinco minutos de marcharse de su oficina, donde se encontraban su mujer y su hijo ("que no fue al colegio porque le dolía la tripa"), añadió, "irrumpieron tres encapuchados con machetes". Al no encontrar el dinero, maniataron a su esposa, cogieron un móvil que utilizaron para pedir el rescate y se llevaron al menor en una furgoneta entre cajas de sandías, según declararon testigos presenciales.
En su declaración, el empresario aseguró que hacia las 13.30 del lunes recibió la primera llamada de los secuestradores solicitando "los 100.000 euros que pensaban que contenía el sobre marrón, aunque yo les comenté que no tenía más de 20.000 euros". A los medios de comunicación contó que en total recibió seis o siete llamadas. "Pude hablar con el crío varias veces, las dos primeras estaba nervioso y lloraba, pero luego se tranquilizó y me dijo que yo estuviera tranquilo, que sólo querían el dinero", dijo el empresario a Europa Press. Añadió que a su hijo lo trataron bien, "le dieron de comer y de beber".
Las negociaciones las llevó a cabo Antonio Hernández personalmente, ya que pidió a la Guardia Civil que no hubiera presencia policial. Tras lograr reunir unos 50.000 euros en total, gracias a la colaboración de amigos -entre los que se encontraba el propio alcalde de Torre Pacheco, Daniel García Madrid, que relató que no dudó ni un solo minuto en prestar el dinero a un amigo, "especialmente en ese momento, en el que la vida de uno de sus tres hijos corría peligro"-, dejó el sobre marrón con el dinero en un descampado.
Dos horas después, hacia las cinco de la madrugada, los secuestradores liberaron al menor, que estaba en perfectas condiciones. El menor declaró a la Guardia Civil -según el relato de Antonio Hernández Cuevas a los periodistas- que le llevaron a una casa vieja donde había cartones, con cuatro personas, "y a dos o tres casas más, a las que le trasladaban con la cara tapada con un trapo".
La primera de las detenciones se produjo horas después del secuestro, al ser identificada la matrícula de la furgoneta en la que se introdujo al menor encapuchado. Antonio Cortés Camacho, al ser arrestado, negó alguna relación con el caso, y aseguró que su vehículo había sido sustraído y devuelto a su casa.
Las investigaciones llevaron a los agentes a dos domicilios de la pedanía de Torre Pacheco de Balsicas, en las que detuvieron a seis ciudadanos de nacionalidad marroquí, dos de ellos sin antecedentes delictivos y en situación regular en España. En los domicilios se encontraron cintas adhesivas que, según la investigación, podrían haber sido utilizadas para amordazar al niño. También encontraron el teléfono que fue robado a la madre y que utilizaron los secuestradores para pedir el rescate. La Guardia Civil también intervino un coche que podría haber sido utilizado por los presuntos delincuentes en los traslados del menor.
Suspicacias entre los vecinos
Los responsables de la investigación no han podido encontrar el sobre con los 50.000 euros pagados para liberar al menor, lo que ha levantado las suspicacias entre los ciudadanos de Torre Pacheco.
La familia mostró ayer su indignación por las especulaciones de que era un ajuste de cuentas, según indicó el alcalde de Torre Pacheco, Daniel García Madrid. También resaltó que no apoya la iniciativa de algunos vecinos de convocar una manifestación en denuncia de la inseguridad ciudadana, "pese a que todos salimos a la calle mirando a todas partes y yendo a buscar a nuestros hijos a los colegios", dijo.
Por otra parte, el presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel (PP), reclamó ayer mayor presencia de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado para combatir delitos como el secuestro. El jefe del Gobierno murciano agregó que esta demanda "obedece a que hay un sentimiento de inseguridad ciudadana". Estas declaraciones fueron contestadas por la Delegación del Gobierno de la Región de Murcia en una nota que señalaba: "Las personas capaces de utilizar un hecho como el reseñado para realizar crítica política se definen a sí mismas".
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