Muere una anciana al incendiarse su vivienda en el paseo de las Delicias

Josefa Gabaldón, una anciana de 90 años, falleció la pasada madrugada al incendiarse su vivienda situada en el paseo de las Delicias, 135, por causas desconocidas. En el suceso resultó herida de gravedad otra mujer, de unos 40 años y de nacionalidad boliviana, que cuidaba a la anciana. Esta mujer salvó la vida gracias a que sus primos llegaron a la vivienda en el momento del incendio y la rescataron.

Josefa Gabaldón vivía en el segundo C del paseo de las Delicias, 135, en compañía de una mujer de nacionalidad boliviana que se encargaba de su cuidado. La anciana, según explican los vecinos, no podía valerse por sí misma debido a que "por la edad, presentaba algún tipo de demencia".

A las cinco de la madrugada del domingo, sonó la voz de alarma. Un hombre y una mujer, primos de la cuidadora de Gabaldón, llegaron a la vivienda. Se percataron de que salía humo de la casa y al abrir la puerta confirmaron que se había producido un incendio.

"La chica empezó a gritar y bajó a llamar a los timbres del portero electrónico. También avisó a los bomberos", relata Isidro Rubio, portero del inmueble. "Gracias al chaval [un familiar de la cuidadora] está viva. Él entró en la vivienda y rescató tanto a la anciana como a la otra mujer". El hombre tuvo que ser atendido por los servicios de emergencia por inhalación de humo.

Al lugar, un edificio de siete plantas en el que viven 28 vecinos, acudieron tres dotaciones de bomberos del Ayuntamiento de Madrid, que apagaron las llamas en poco tiempo debido a que sólo habían afectado a uno de los dormitorios del inmueble.

Los sanitarios del Samur-Protección Civil encontraron a la anciana en parada cardiorrespiratoria y sólo pudieron certificar su muerte por inhalación de humo.

La otra mujer había respirado también mucho humo y tuvo que ser intubada y trasladada a la clínica de la Concepción, donde quedó ingresada en estado grave. La policía investiga las causas que provocaron el fuego. El incendio estaba localizado en un dormitorio con dos camas pequeñas. Las dos estaban sin deshacer. Cuando el familiar de la cuidadora entró en el inmueble, encontró a la anciana en un sillón del salón. La otra mujer estaba en el pasillo.

Los vecinos recuerdan la experiencia con tranquilidad, pero todavía asustados. "Yo estaba en la cama cuando de repente escuché golpes en la puerta. Al abrir me encontré a un bombero que me dijo que había un incendio y que no saliéramos del piso. Lo primero que hice fue ir a ver si mis hijas estaban bien", dice una de las vecinas.

Otro de los residentes en la casa recordó cómo hace dos años se incendió el cuarto de contadores del edificio.