De 12 a 0 puntos en 60 segundos

El guardián de los puntos será el conductor. De su prudencia al volante dependerá seguir conduciendo. Sólo se podrán perder un máximo de ocho puntos en un sólo día, si bien, un conductor que cometa varias infracciones muy graves y especialmente peligrosas, puede quedarse sin carné en unos segundos. Faltan 18 días para la implantación del nuevo permiso. Éstas son algunas de las situaciones cotidianas que pueden ir mermando el saldo de 12 puntos (8 en el caso de los conductores noveles).

- La ciudad, jungla de infracciones. Las zonas urbanas son el escenario ideal para acercar la lupa a las infracciones más comunes. Los conductores tienden a confiarse más, a creer que dominan la situación, y suelen repetir pautas prohibidas. Casco histórico de cualquier ciudad española. Son las dos de la tarde. Hay poco tráfico. Un vehículo circula a 75 kilómetros por hora (2 puntos menos). Una patrulla de la Policía Municipal le da el alto. Cuando los agentes se acercan la conductora arroja el móvil al asiento del acompañante (3 puntos menos por usarlo mientras se conduce) y se pone el cinturón (no llevarlo 3 puntos menos). Cada una de estas infracciones podría ser sancionada con hasta 300 euros, lo que supondría 900 euros y 8 puntos menos.

Unos minutos más tarde, la misma patrulla observa cómo un conductor se salta un semáforo (4 puntos y entre 91 y 300 euros) y estaciona unos metros más adelante en el carril bus (2 puntos y entre 91 y 300 euros). Cuando los agentes ordenan al conductor salir del vehículo se aperciben de que podría estar bebido. Le piden que se someta a las pruebas de alcoholemia, pero el conductor se niega (6 puntos y entre 301 y 600 euros). No perderá todos sus puntos, porque el máximo que se puede restar en un día es de 8, pero su saldo se quedará bajo mínimos, con sólo 4.

- Acabar la noche con 1.000 euros y 8 puntos menos. El 1 de julio se celebra la Feria de San Pedro en el pueblo sevillano de La Roda de Andalucía, así que Juan y sus tres amigos, que viven en Estepa, deciden acercarse a visitar las casetas. Antes quedan en casa de Juan para ver un partido. Cada uno se toma tres cervezas. Salen hacia La Roda. Juan y Antonio, que viajan en los asientos delanteros, se ponen el cinturón, pero Pedro y Roberto, que van detrás, no. Apenas hay 15 minutos entre las dos poblaciones, pero Juan aprieta el acelerador más de lo permitido, y se pone a 155 kilómetros por hora. Un coche camuflado le adelanta. Los agentes les han parado por superar el límite de velocidad en más de 30 kilómetros (pérdida de 3 puntos, y de 91 a 300 euros de sanción). Le hacen el control de alcoholemia. Juan da positivo, 0,40 miligramos por litro de aire espirado (cuatro puntos menos y multa de 301 a 600 euros).

La cosa no acaba ahí. Como Pedro y Roberto no llevaban el cinturón de seguridad, tendrán que pagar una multa de 90 euros cada uno. Para colmo, un agente descubre que las luces traseras del coche están fundidas (2 puntos menos y otros 90 euros). En total, Juan ha perdido 8 puntos y tendrá que pagar una sanción superior a los 1.000 euros.

- Sólo para motoristas. A finales de julio, Javi recibe en su casa un parte de la Dirección General de Tráfico. Tiene que pagar 600 euros y perderá cinco puntos, dos por llevar a su primo Andrés, de 11 años, como pasajero en su moto, y otros tres por no ponerse el casco que tanto le fastidia, porque en julio ya aprieta fuerte el calor y se le aplasta la cresta que tanto le ha costado levantar con gomina.

Su amigo Ernesto ya le había comentado que la cosa con el tema de los puntos se estaba poniendo dura. El fin de semana anterior había quedado con otra familia para pasar el día en la sierra. Decidieron viajar en un solo coche. En el asiento trasero se apretujaban dos mujeres y cuatro niños. Como no conocía el camino, al llegar a la salida de la autovía se pasó unos metros. Decidió dar marcha atrás. En ese momento dos motoristas de la Guardia Civil le piden que pare el coche. Total: ocho puntos menos (cuatro por hacer una maniobra de marcha atrás en la autovía y otros cuatro por exceder en un 50% el número de plazas autorizadas).

- Sin carné en un día. Esteban tiene 28 años y se ha pasado toda la noche bailando en una discoteca de las afueras de Madrid. Entre canción y canción ha consumido dos rayas de cocaína, y está a punto de tomarse una pastilla que le acaba de pasar un colega. Decide volverse a Madrid antes de lo que pensaba. Va solo, con una importante cantidad de droga en su cuerpo y exaltado por el incidente. En este momento es un auténtico peligro en la carretera. Toma una salida por un lugar equivocado y de repente se encuentran en la autovía en sentido contrario, aunque él todavía no se ha dado cuenta. Las drogas, la oscuridad de la noche y el estado de exaltación le han convertido en lo que se conoce como conductor suicida. Varias personas comienzan a llamar a la Guardia Civil avisando del peligro que representa. Por fortuna, un coche con dos agentes se encuentra cerca del lugar y consigue detenerlo. Es trasladado a un hospital, donde confirman mediante un análisis de sangre que está bajo los efectos de estupefacientes (6 puntos menos y hasta 600 euros de multa).

Además, la circulación en sentido contrario supone otros 6 puntos (más 600 euros de sanción). Como Esteban ha cometido dos infracciones calificadas como muy graves y especialmente peligrosas, la ley permite en este caso la retirada del permiso por haber perdido los 12 puntos. Esteban ha tenido suerte, en cualquier caso. Además del carné de conducir y la multa de 1.200 euros, podía haber perdido su vida. O matado a otro conductor que circulara por esa carretera.

- Sistemas de retención y cigarrillos. Olga se pone en ruta en una carretera gallega. Va con su sobrina de 13 años, y como tienen varias horas de viaje deciden inventarse un juego. Tienen a mano uno de los folletos que ha enviado la DGT sobre el carné por puntos y deciden fijarse en las infracciones que cometen los conductores y ver los puntos que les quitarían si fueran pillados. A los pocos minutos un vehículo se pega a la parte trasera de su coche, a menos de un metro y medio. "Eso son tres puntos menos", se dicen. Cuando finalmente les adelanta ven cómo arroja un cigarrillo por la ventanilla. "Cuatro puntos menos [y hasta 300 euros de multa]", señala Olga.

Finalmente, llegan a una gasolinera y se encuentran con el conductor, que lleva en la parte trasera del vehículo a un niño de unos seis años sin sistemas de retención infantil. Se miran. "Otros tres puntos menos [y entre 91 y 300 euros de sanción]", dice la sobrina de Olga.