Tim Cahill, el hereje del rugby
El pulmón de Australia, nacido en Sidney, jugó al fútbol con Samoa y fue llamado por Irlanda
Tim Cahill no debería estar trabajando con los socceroos, los jugadores de la selección australiana que prepara Guus Hiddink, sino bailando el Siva Tau, la danza con la que honran los Manu Samoa antes de cada partido de rugby al jefe de su tribu. Si de lo que se trataba era de jugar un Mundial, bastaba con que Tim hubiera seguido la tradición ancestral de la estirpe de su madre, nacida en Samoa, es decir jugar al rugby y pasarse por Francia (sede del mundial de este deporte) el verano que viene. El número cuatro de Australia, entonces, no debería haber tocado el cuero con los pies. Pero lo hizo porque no sólo desciende de irlandeses, sino que nació en Sydney hace 26 años y era demasiado enclenque para dominar las olas y para enfrentarse a según que placajes
Samoa es un país de 175.000 habitantes, así que cualquier hijo de samoano que antes de los seis años corre y no se cae al suelo, juega al rugby. De hecho, cinco mil samoanos juegan al rugby en el mundo como profesionales, la mayoría en Nueva Zelanda, incluido el capitán de los All Blacks, Tana Umaga, samoano de nacimiento. Lo más normal, pues, es que Tim Cahill jugara al rugby. Pero prefirió el futbol y a los 14 años debutó con la selección del país de mamá.Doce años después, se prepara para debutar contra Japón vestido de amarillo tras superar una gravísima lesión de rodilla. "La FIFA no contempla como oficial ningún partido disputado con una selección por un menor de 17 años", aseguró ayer un portavoz autorizado del Comité Organizador. Así, que llegados los 20 años, cuando Australia consultó a Cahill, pudo elegir. "También me llamó Irlanda, la tierra de mis abuelos paternos", recuerda Tim, que aclara: "Siempre fue para jugar al fútbol, nunca al rugby".
Tan rápido como trabajador, el zurdo australiano del Everton es lo más parecido que han visto vestido de azul en Liverpool desde Adrian Heat, aquel rubio centrocampista apodado la dinamo, que causó sensación a las órdenes de Howard Kendall en el equipo de Gary Lineker y que terminó su gloria en el Español post-UEFA de Clemente. El 23 de abril de este año, contra el Birmingham, Cahill, que el año pasado marcó 11 goles, se partió la rodilla. "Pensaba que no llegaba a tiempo para el Mundial, pero aquí estoy, listo para jugar contra Japón", aseguró tras fajarse contra Holanda la pasada semana en The Kuip, el campo del Feyenoord, en el último amistoso de Australia.
Cahill pasa por ser el mejor jugador del centro del campo australiano. Según Johan Neeskens, mano derecha del seleccionador Hiddink hasta que acabe el Mundial, Cahill es fundamental en el ataque de segunda línea de su equipo. "Es un jugador listo, que escoge muy bien el momento de llegar. Tiene buen disparo y mucho recorrido. Se ofrece mucho al equipo", aseguró el mítico centrocampista holandés. De Tim dicen que se le nota de lejos que tiene sangre de Samoa por sus venas. Pelea como si fuera el mítico Bryan Lima, más de cien veces internacional con los Manu. Aunque no baile antes de empezar los partidos, vista de amarillo y juegue con los pies.
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