Un edificio en rehabilitación se hunde en el centro de Tarragona sin causar víctimas
Las primeras hipótesis apuntan al desplome de una viga como causa del derrumbamiento
El inmueble del número 35 de la céntrica calle del Gasòmetre de Tarragona quedó ayer en ruinas tras derrumbarse. Una viga de madera de grandes dimensiones del último piso perdió alguno de sus puntos de apoyo y se desplomó, lo que provocó un efecto en cadena que convirtió en escombros tres de las cinco plantas del edificio. El incidente no causó heridos de gravedad ya que la casa estaba deshabitada y desde hacía aproximadamente un mes se ejecutaban obras de rehabilitación interior que, según las primeras hipótesis, podrían haber motivado el desplome.
El derrumbe, que se produjo ayer poco antes de la una de la tarde, causó un susto considerable en el centro de la ciudad. El viejo edificio, de cinco plantas -planta baja, cuatro pisos y un ático-, estaba desocupado por completo y su única actividad se limitaba a una carpintería ubicada en los bajos que ayer, sábado, estaba cerrada. Sólo la fachada quedó en pie.
La propiedad del inmueble había iniciado hace aproximadamente un mes unas obras de rehabilitación en el interior de todas las plantas, probablemente con el objetivo de comercializar después las viviendas reformadas. La delegada del Gobierno en Tarragona, Núria Segú, apuntó ayer como hipótesis que las mismas obras originaran el desplome: probablemente una viga de grandes dimensiones de la última planta o de la estructura de la cubierta se desplomó y arrastró todo lo que encontró a su paso.
Entorno en buen estado
El concejal de Urbanismo de Tarragona, Jordi Sendra (CiU), explicó que, tras inspeccionar los edificios colindantes, los bomberos descartaron cualquier desalojo y confirmaron el buen estado del entorno. También Sendra aseguró que el edificio hundido no presenta más peligro de desplome y que a partir de mañana el arquitecto de la propiedad deberá evaluar el estado en el que ha quedado para asegurar las partes que permanecen en pie.
En cualquier caso, como medida de seguridad el Ayuntamiento decidió ayer por la tarde cortar el tráfico las calles más próximas al tramo de la calle del Gasòmetre donde se hundió el edificio. La policía local se encargó de regular el tráfico por vías alternativas hasta que fue restablecido, a media tarde.
La única persona que resultó herida por el derrumbe fue una mujer de unos 60 años, vecina de Tarragona, que en el preciso instante del incidente paseaba junto al edificio. Los cristales y escombros que cayeron le causaron heridas, aunque de poca gravedad, de las que fue atendida en el hospital Joan XXIII, explicaron fuentes municipales.
El portavoz del PSC en Tarragona (en la oposición en el Ayuntamiento), Josep Fèlix Ballesteros, subrayó la "gran antigüedad" del inmueble hundido y criticó que el gobierno municipal aún no haya llevado a cabo su promesa de inspeccionar los edificios antiguos del casco histórico de la ciudad para evaluar su estado de conservación. "Hay varios edificios más que están igual de viejos", advirtió Ballesteros.
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