Toulouse Lautrec vs Ramón Casas

A Toulouse Lautrec lo tenemos bastante visto, es cierto. En parte, gracias a la falta de imaginación de muchos cafés que cubren sus paredes con afiches del maestro francés. Sin embargo, y gracias a la creatividad e imaginación de algunos comisarios, siempre se pueden ver las cosas desde otro ángulo y convertir a un clásico en una novedad. Picasso confesó que cambiaba la disposición de sus cuadros con frecuencia para lograr "verlos". Algo similar ocurre en la Fundación Carlos Amberes, donde la novedad consiste en confrontar a dos grandes maestros del arte del afiche como Toulouse Lautrec y el catalán Ramón Casas. Este diálogo entre cartelistas, con sus influencias, técnicas y motivos entrelazados, logra sorprender. Y por si fuera poco, se establece un tercer cruce, en este caso con graffitis de los artistas Makino y Guardia, que recrean estampas de las ciudades de París y Barcelona, respectivamente. Por lo general, la lectura que se hace de la obra de Lautrec es bastante limitada: dos o tres tópicos sobre su turbulenta vida bohemia en el París de la belle époque, y su contribución indiscutible al arte del cartel o afiche. En esta muestra se nos permite ir más allá y concentrarnos en el papel esencial de su obra (así como la de Casas en España), como fundadores de la publicidad moderna. Son los orígenes también de la mujer como icono publicitario, que tan pronto está andando en bicicleta como fumando o tomando Anís el Mono (uno de los carteles más atractivos de la exposición). No hay límites. Ninguna dice aquello de "porque yo lo valgo", pero todas parecen pensarlo.