'Villa Problemas'
Los abogados de Álava plantean vender el palacete de su sede para equilibrar sus cuentas
La sede del Ilustre Colegio de Abogados de Álava, el palacete Villa María, situado frente a la residencia del lehendakari, Juan José Ibarretxe, no deja de dar problemas. En 2001, los gastos que generó su compra y posterior reforma provocaron tal aumento en las cuotas colegiales que los letrados más jóvenes se alzaron contra la junta directiva y la derrocaron en las elecciones que se celebraron el 10 de mayo de ese año. Los rectores de entonces quisieron aumentar las cuotas el 100%, hasta los 800 euros. En la actualidad no llegan a los 500 euros, según datos del propio colegio.
Un quinquenio después, la institución se enfrenta a nuevas elecciones y la sombra de los gastos corrientes que genera el inmueble y los intereses generados por los créditos bancarios devuelven al primer plano al edificio. Para la compra del terreno y la reforma del palacete se recurrió a un préstamo bancario a 25 años de cerca de 1,5 millones de euros, que genera unos intereses anuales de más de 80.000 euros. Pero es que, casi una década después de la compra, los nuevos responsables del colegio ven que el inmueble necesita reformas, que los intereses están subiendo y que cada día es más caro mantenerlo. Un pozo sin fondo.
El actual decano, Javier Martínez de San Vicente, que se presenta a la reelección el próximo día 23 de junio, dijo ayer que, si repite victoria, convocará una asamblea extraordinaria para estudiar cómo mantener la solvencia de la institución. Una de las opciones es la venta de Villa María, aunque existen otras como refinanciar el crédito, del que quedan 19 años de pago, o ampliar su plazo a 75 o 100 años, "para que el Colegio lo paguen varias generaciones". La otra opción es que el desfase entre los gastos y los ingresos la paguen los asociados y comiencen a subir las cuotas.
Los detractores del decano le acusan de llevar al colegio a la misma situación que en 2001 reprochó a la anterior junta directiva y utilizó para ganar las elecciones. Martínez de San Vicente se defiende asegurando que las cuotas en Álava siguen siendo las más bajas del entorno. En 2005 el colegio presentó un déficit de 112.474 euros sobre unos fondos propios de 637.628 euros, pero el presidente es consciente de que el modelo toca fondo.
La junta rectora, que ha vivido momentos de tensión con la dimisión en dos ocasiones sucesivas de más de la mitad de sus miembros, explica que la modernización del colegio se ha hecho a costa de reducir los fondos propios y con el 50% de subvenciones. Pero el déficit se ha incrementado al no subirse las cuotas y aumentar los gastos para lograr la Q de calidad, digitalizar todos los sistemas de gestión y dotar al edificio de acceso a Internet inalámbrico.
La campaña electoral no ha hecho más que comenzar y la tensión que siguió a las anteriores elecciones vuelve a la escena. Ilustra esa realidad el comentario que el decano trasladó a todos los letrados alaveses en el boletín interno del pasado 12 de mayo. "No podemos permitir que se vuelvan a reproducir comentarios insidiosos e interesados como los que se han venido difundiendo antes de cada asamblea con el único objetivo de desestabilizar". "Todo esto", añadía, "genera tensión y desprestigio profesional. Me gustaría conocer cuál es la satisfacción que recibe aquel o aquellos que se encargan periódicamente de filtrar información sesgada, de difundir bulos sobre la situación económica o sobre las actividades colegiales, y qué intereses ocultos se esconden detrás de su cobarde actitud".
Entre los miembros de la junta electoral provisional designada por el Consejo Vasco de la Abogacía, y que estará presidida por Álvaro Vidal Abarca, se encuentran Emilio Guevara, Juan Ramón Guevara, José Antonio Careaga, Andrés Garrido y José Vidal Sucunza.
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