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Camps asegura que el sobrecoste de Terra Mítica está donde están las obras

Campistas y zaplanistas cierran filas frente a Pla, que reclama una comisión de investigación

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, aseguró ayer que el sobrecoste de Terra Mítica está donde están las obras. Interpelado por el secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, en la sesión de control de las Cortes Valencianas, Camps contó con la unanimidad de su grupo parlamentario para rechazar la pretensión socialista de que se abra una comisión de investigación sobre el parque temático de Benidorm, participado por la Generalitat.

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El duelo político entre Camps y Pla en las Cortes Valencianas a propósito de adónde ha ido a parar el dinero invertido en la construcción de Terra Mítica había levantado una gran expectación previa. La denuncia de dos diputados socialistas sobre supuesto cobro de comisiones por las obras del parque, las conversaciones grabadas con empresarios y las querellas cruzadas entre los distintos actores del caso Terra Mítica hacían pensar en un debate rápido y lleno de curvas. Pero a Pla se le caló el motor nada más salir y Camps salió con las ruedas deshinchadas para no caerse de la moto en un tema que resulta resbaladizo. Garantía más que suficiente para ganar con comodidad el pulso dialéctico con el socialista.

Pla se limitó a recordar que Terra Mítica ha salido por 16.000 millones de las antiguas pesetas (107 millones de euros) más y dos atracciones menos de lo inicialmente consignado por el gobierno de Eduardo Zaplana, que en su día aseguró que el parque no costaría dinero a los valencianos. El socialista apuntó a Camps como el responsable político de aclarar las cuentas mediante una comisión de investigación parlamentaria y dar cuantas explicaciones sean necesarias.

Camps fue más suelto al ver que su rival se había quedado en la línea de salida. Así que se limitó a apuntar los recursos de los que dispone para replicar en este espinoso asunto, mientras desde el banco azul del Gobierno le pedían que hiciese trizas a Pla. El jefe del Consell argumentó que Terra Mítica ya tiene auditadas sus cuentas por Arthur Andersen y KPNG y la intervención judicial tras declararse la suspensión de pagos. Luego ironizó, sin mencionar a los diputados socialistas Such y Camarasa (que ayer recibieron el apoyo explícito de la ejecutiva del PSPV), sobre el extraño método de realizar auditorías grabando a empresarios. Y a partir de ahí, casi sin aire en las ruedas -que tampoco le hacía falta- Camps recordó las excelencias económicas que ha supuesto Terra Mítica para el empleo, la riqueza, la imagen exterior y el turismo valenciano. Al cruzar la meta, el jefe del Consell se había permitido el lujo de enumerar un racimo de sobrecostes en obras realizadas de los gobiernos socialistas en obras de los años ochenta y noventa. "Los sobrecostes del PP están donde se han ejecutado las obras. De los socialistas, la gente todavía se pregunta dónde están los sobrecostes del AVE Sevilla-Madrid y de los cuarteles de la Guardia Civil", dijo.

Luego intervino el portavoz de Esquerra Unida-L'Entesa, Joan Ribó, para preguntar sobre lo que tiene previsto gastarse la Generalitat en la visita del Papa a Valencia el próximo 8 de julio. El presidente de la Generalitat se alegró de que le interpelasen sobre la visita del Papa, aunque sin ninguna intención de desvelar cuánto se piensa gastar, y sólo se limitó a señalar que el Consell "estará a la altura de las circunstancias".

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Y como Ribó ya se sabía la respuesta que le iban a dar, tanto que hasta la podía haber depositado ante notario, decidió resolver el debate en un plis-plas y rechazó el recurso a la verborrea para explicar tres cosas. Juan Pablo II visitó Valencia en 1982 y a la Generalitat no le costó ni un duro - "gasto cero", dijo-; el evento altera la vida ciudadana y genera graves molestias, como los repetitivos atascos o el aplazamiento de los juicios; no se puede confundir el Estado con la Iglesia. Camps, que se había bajado ya de la moto, se limitó a recordar que la mayoría de los españoles son católicos y Valencia, una ciudad hospitalaria. En la misma sesión, Camps pidió que la próxima Conferencia de Presidentes con Zapatero se dedique a la inmigración.

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