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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Villarreal atrapa la Intertoto después de una gran temporada

Juan Morenilla

Después de paladear el dulce bocado de la Champions, el Villarreal se arremangó en el último partido para atrapar la Intertoto gracias a la derrota del Deportivo. Es a lo que se ha visto condenado el equipo de Pellegrini tras quemar sus energías en la aventura europea. Para los deberes domésticos le ha faltado una plantilla más amplia y el compromiso de algún que otro jugador. Así que, con el cierre de la temporada encima, Riquelme y los suyos despacharon al Racing sin mucha alegría y esperaron noticias de Vitoria. El Racing, sin nada por lo que sufrir, casi se dejó llevar. Regaló durante la primera parte la pelota y el campo al Villarreal, que incluso así se tomó el partido con aire de funcionario, sin mucho voltaje: la primera falta la cometió Senna en el minuto 23.

VILLARREAL 2 - RACING 0

Villarreal: Barbosa; Javi Venta, Quique Álvarez, Peña, Arruabarrena; Cazorla (Calleja, m. 76), Senna, Tacchinardi, Riquelme (Roger, m. 86); José Mari (Xisco Nadal, m. 46) y Forlán.

Racing: Valencia; Regragui, Garay, Alfaro, Neru, Lee; Tomás (Moratón, m. 86), Vitolo, Jonathan, Matabuena; y Juanjo (Felipe Melo, m. 72).

Goles: 1-0. M. 30. Riquelme, de penalti cometido sobre José Mari por Garay. 2-0. M. 61. Gran centro de Cazorla desde la banda derecha y Xisco remata de cabeza.

Árbitro: Ramírez Domínguez.

Unos 15.000 espectadores en El Madrigal.

Ningún jugador condiciona tanto a un equipo como Riquelme. Cuando encendió las luces, el Villarreal se conectó al partido, pero se diluyó cada vez que el argentino se ausentaba sumido en sus meditaciones. El animoso Cazorla trataba entonces de encontrar a unos delanteros desconectados. Riquelme apareció para tapar un viejo fantasma cuando Garay derribó a José Mari en el área. Román regresó al lugar en que su equipo se despidió de la Champions, el mismo punto de penalti desde el que erró ante Lehmann. El argentino envió esta vez un misil a la escuadra derecha de Valencia. Imparable. Luego levantó los brazos hacia la grada, rendida a sus pies haga lo que haga. Es lo que tienen los genios.

El Villarreal se dispuso a vivir de la renta, convencido de la inocencia del Racing. El conjunto cántabro le sacudió sin embargo en un par de llegadas. Primero en un disparo fortísimo de Garay, luego en un mano a mano que Barbosa detuvo a Valle. Regragui conectó el ventilador y el Racing plantó cara. Aunque sin puntería. Juanjo y Lee también se estrellaron ante Barbosa, convertido en un pulpo. El Villarreal, en cambio, finiquitó el partido en cuanto pudo. Forlán erró tras un espléndido pase de Riquelme, pero Xisco acertó de cabeza tras una gran jugada de Cazorla, que regateó y centró de manual. Fue su forma de decirle a Pellegrini que tiene lugar en el equipo, por mucho que el técnico no le quiera.

Con el trabajo hecho, el Madrigal recordó las grandes noches europeas, celebró el gol del Alavés y aplaudió en las despedidas. La de Cazorla. La de Roger. La de Calleja, superviviente de la época en Segunda del Villarreal. Y testigo de su enorme crecimiento.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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