"Hay que respetar la ley y costumbres del país"
"Llegué a Madrid hace 10 años. En avión, al contrario de lo que pasa ahora. Tengo papeles, un contrato laboral en Urbaser (empresa de recogida de basuras), vivo solo en un apartamento y vuelvo a Senegal siempre que deseo". Mohamed Ndiaye, Taffa, como le conocen sus amigos, que no cesan de saludarle con respeto mientras pasea sus dos metros de altura por el barrio de Lavapiés, tiene esposa y dos hijos, aunque ellos siguen viviendo en Dakar.
Taffa recalca una y otra vez que vino a Europa "únicamente para ganar dinero y volver". No le gusta la forma de vida ni el clima y dice que "un hombre no puede vivir sin su familia". Pero no trae a sus hijos porque aquí "los niños pasan demasiado tiempo en el colegio y poco con su familia". A pesar de estas diferencias, está "perfectamente integrado" y comprende los problemas del país y del continente mejor que muchos nativos. "Hace unos años no se venía a España porque era un país pobre. Me informé bien antes de venir. Hablé con gente que había viajado y conocía la cultura y las condiciones. Muchos conflictos surgen por el egoísmo y la falta de conocimiento, por eso es muy importante respetar la ley y las costumbres de los países que nos acogen, sin perder nuestra identidad, pero sabiendo que debemos adaptarnos".
Hay quien emigra de Senegal "porque no sabe qué hay aquí". Él sí lo sabía, estudió hasta la universidad y cursó un año de Derecho, luego empezó a trabajar. "No me moría de hambre, pero sabía que podía conseguir más dinero aquí. Eso sí, haciendo los trabajos más difíciles. Los que los españoles no quieren. En Senegal también hay trabajos que un senegalés nunca haría, es lógico".
Para Taffa, la cuestión está clara: "España necesita inmigrantes. Sólo hay que ver quiénes trabajan en la construcción o en el servicio doméstico, o cuidando a los ancianos. Los gobiernos deben ser realistas". Y se encarga de resaltar: "Pero creen que venimos para quedarnos, y lo que nos gustaría es poder volver a nuestro país
. Mientras, todo lo que ganamos queda en España. Pagamos el alquiler, la Seguridad Social, los impuestos. Lo que comemos y lo que gastamos en ropa se queda aquí".
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