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Reportaje:

"Esto es casa de mi madre"

El precio de la vivienda y los bajos sueldos impiden a una pareja joven independizarse

Ignacio Zafra

"Esto es casa de mi madre y llevamos dos años casados. La verdad es que apetece un poco de independencia", dice David Ramírez, 27 años, valenciano. A su lado, Ana Karina Pulido, colombiana, de 21 años, asiente desde el sofá del comedor.

La historia personal de David y Ana Karina es muy original. Su caso, sin embargo, el de una pareja joven con empleos precarios y mal pagados, incapaces de acceder a una vivienda, no es nada extraordinario.

Viven en una casa de 85 metros cuadrados, a las afueras de Valencia, con la madre y con la hermana de él. Su dormitorio, la reproducción a escala de una casa, mide 10 metros cuadrados y está tan atiborrado que apenas se puede entrar. David es técnico en una empresa de venta y reparación de ordenadores. Acabó la EGB y luego, que se acuerde, repartió publicidad; fue camarero; pintó fachadas; fue albañil y trabajó en una fábrica. Con contratos temporales o sin contratos. Hace poco la empresa de informática le hizo fijo. Cobra "entre 700 y 800 euros".

"Somos una pareja joven y necesitamos intimidad", dice Ana Karina

Ella es auxiliar en una guardería, cobra 700 euros. "Somos una pareja joven y necesitamos intimidad", dice Ana Karina. Pero la intimidad no entra en su presupuesto. Empezaron a buscar piso hace meses, por el barrio. Demasiado caro. Extendieron el radio al resto de la ciudad, y luego a los pueblos cercanos: Mislata, Paiporta, Benetússer, Paterna. Miraron en periódicos, visitaron agencias y dedicaron madrugadas a escudriñar por Internet. El resultado, dice Ana Karina, es que todos son "supercarísimos". Y David, por su parte, comenta: "Los más baratos que hemos encontrado cuestan 25 o 30 millones de pesetas".

"Te piden una entrada o un aval. Y te hablan de facilidades de pago, pero las facilidades de pago son para quien tiene dinero". No quieren alquilar. "Porque el alquiler no baja de los 400 euros, y es gastarte dinero en un piso que al final no es tuyo". La idea es ahorrar y acceder a una Vivienda de Protección Oficial (VPO). La oposición socialista en el Ayuntamiento, sin embargo, ha denunciado que sólo 291 de las 3.654 licencias de obra fueron para viviendas de protección oficial el año pasado.

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David tuvo un hijo a los 18 años. Entrega 200 euros al mes para su manutención. Paga 115 por el préstamo del ciclomotor. 50 euros de los teléfonos móviles. 45 euros por Internet. "En comida, limpieza, y en ayudar con la luz y el teléfono; salen 300 euros, lo tenemos calculado. Todo eso es un sueldo. Si el otro se te va para la cuota de un piso, como un mes venga el seguro de la moto o pidas una baja... ¿Ese mes, qué haces? Te vuelves loco".

Ana Karina y David se permiten "algún mes", ir al cine el día del espectador. O salir a cenar: "A un chino de menú, o al McDonalds, porque no podemos gastarnos 20 euros".

La pareja se conoció por Internet. A los seis meses de chatear, David fue a buscarla a Santa Marta, Colombia. Se casaron a los 30 días y dos meses después Ana Karina dejó a la familia, dejó la carrera de Medicina, dejó las playas del Caribe y se fue a casa de la madre de David. El segundo proyecto de ambos es que ella acabe la carrera. ¿Son felices? Responden que sí. Y añaden: "Hemos pensado que si la cosa se pone muy fea, nos iremos a Colombia. La situación política allí es complicada; pero piso, tenemos".

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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