Toalla no, espada sí

Estudio de A. Troitzky

Shájmati Yurnal, 1901

Muchos lectores tirarían la toalla si condujesen las piezas blancas en la posición del diagrama: la coronación del peón de h2 es inevitable. Pero esta deliciosa composición del muy prolífico Troitzky nos recuerda que para abandonar siempre hay tiempo, y que nadie ha ganado jamás partida alguna después de rendirse. Tampoco se trata de continuar luchando en posiciones realmente desesperadas hasta que nos den mate. Pero es que, concretamente en ésta, las blancas tienen dos importantes bazas que jugar: la batería ofensiva de la torre y el caballo contra el rey, y el peón de f7. Ciertamente, esos recursos serían insuficientes en casi todos los casos similares, pero entonces llega el arte de Troitzky para que todas las piezas encajen a la perfección, como en una sinfonía. Además del disfrute estético, el lector aprenderá pautas para enarbolar la espada con acierto cuando todo parece perdido: 1 Ca5+, Ra7 (mucho peor para las negras es 1... Rb8?, 2 Tb6+, Rc7 3 Tb1, Rd6 4 Te1! -mejor que Th1, que también gana- 4... Ag7 5 Cb3, Af8 6 Cd4, a5 7 Cf3, etcétera) 2 Tc7+, Ra8 (si 2... Rb6? 3 Tb7+, R - a5 4 Tb1, y las blancas se comen el peón de h2) 3 Tc8+, Ra7 4 T - f8, h1=D 5 Tb8!! (es la única jugada ganadora; por ejemplo: 5 Tc8, Dd5+ 6 c4, D - f7 7 Tc7+, Rb6, y las negras ganan) 5... Dd5+ 6 Rb2!, D - f7 7 Tb7+, Ra8 (y ahora, justo cuando parece que la fiesta de las blancas se ha terminado, llega una maravillosa colección de fuegos artificiales) 8 Cc6!! (se amenaza mate en b8 y a7, y las negras no tienen jaques ni otros recursos) 8... R - b7 9 Cd8+, con un final fácilmente ganador. Correspondencia: ajedrez@elpais.es