"En el Barça soy más obrero que estrella"

En la camiseta, blanca, de algodón y ceñida, un lema: yesterday's hero. En su cara, una sonrisa socarrona inconfundible. Es Mark van Bommel, un tipo del sur de Holanda, de Maasbracht (1977), cerca de Mastrich -"tierra de gente parecida a los catalanes; los catalanes sois como Neeskeens", define- que hace apenas un año era el capitán del PSV Eindhoven. Ganó la Liga y el Milan, sin merecerlo, le eliminó de la final de la Champions: "Marcó Ambrosini", recuerda. "No te puedes fiar de ninguno. Tuvimos 10 ocasiones y metimos tres goles; ellos, con media, hicieron uno". Y advierte: "La diferencia es que nosotros somos el Barça, no el PSV".

Van Bommel presume de hablar el castellano sin tacos. "Estoy muy bien educado", bromea quien de niño veraneaba en la Costa Brava y que cuando supo que iba a fichar por el Barça aprendió español en Holanda con la ayuda de unas monjas. "Era yo el que debía integrarme; el idioma es fundamental". Expresivo, gesticula para engrandecer el nombre del "¡Bar-ça!". "Al llegar te asustas con lo que te encuentras, pero encontré un vestuario excepcional y mi temor se fue en una hora", sostiene.

"El Milan será más difícil de batir que el Chelsea"

Adaptado al plantel, no acaba de asentarse en el equipo, y hoy puede que regrese al banquillo, quizá porque es un medio extraño. Tiene llegada y gol cuando sus compañeros de línea no tienen gol y juegan mucho. "Le conviene protegerse porque sería una lástima que no se entendiera su aportación", reflexiona Rijkaard. "Empecé bien, pero después me lesioné y me costó volver a sentirme cómodo", responde el jugador, que descartó precisamente una oferta del Milan para jugar en el Camp Nou. "Ahora me siento satisfecho de mis últimos partidos. El rendimiento del equipo ayuda". Y añade: "Ya conocía el sistema, pero he tenido que cambiar de rol. Todos tenemos una función y en este equipo soy más obrero que estrella".

"Llevamos ventaja, pero sabemos de la calidad y experiencia del Milan", argumenta. "El partido se parecerá al del Chelsea. Aunque el Milan será más difícil de batir". Y remacha: "Nuestra capacidad de trabajo, solidez y facilidad para golear nos avala. Estamos a punto. En el vestuario nos reímos mucho. Y cuando te ríes, rindes más".

Ni palabra de ofertas. Beckenbauer ha dicho: "Van Bommel es el jugador ideal para el Bayern". Y desde entonces, a los barcelonistas les gusta más.