Rato obtiene el respaldo para que el FMI coordine el ajuste de los desequilibrios
El dólar, a prueba en los mercados tras perder un 1,8%, hasta 1,23, la semana pasada
El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) consiguió una victoria al obtener ayer el respaldo del Comité Monetario y Financiero Internacional, el órgano más importante de la institución, para coordinar la reducción de los desequilibrios globales de la economía mundial; entre ellos, la apreciación del yuan chino y la depreciación significativa del dólar de Estados Unidos. Rato ya obtuvo el pasado viernes el apoyo del G-7, en una declaración en la que también éstos exigieron la apreciación de la moneda china.
En su comunicado de la noche del viernes, madrugada del sábado en España, el G-7 (EE UU, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá) señala: "Reafirmamos que los tipos de cambio deben reflejar los fundamentos económicos. La volatilidad excesiva y los movimientos desordenados de los tipos de cambio son indeseables para el crecimiento económico. Seguimos vigilando los mercados de cambio de cerca y cooperando apropiadamente. Es deseable una mayor flexibilidad en las economías emergentes con grandes superávit en cuenta corriente, especialmente China, si se quiere que haya los necesarios ajustes".
Al mismo tiempo, en un anexo al comunicado, titulado Desequilibrios globales, los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G-7 "reconocen la importante contribución que el FMI puede aportar a la supervisión multilateral" y recomiendan a "los países emergentes de Asia, particularmente China, una mayor flexibilidad en sus tipos de cambio, crucial para permitir las necesarias apreciaciones". El comunicado sostiene que en EE UU debería fomentar el ahorro interno; Europa, impulsar reformas estructurales en los mercados de trabajo y de servicios, y Japón, avanzar en el saneamiento fiscal.
El apoyo a la iniciativa de Rato exige mayores precisiones en las próximas semanas, aunque, según el director gerente, podría ponerse en marcha de aquí a la asamblea anual del FMI, prevista en septiembre próximo en Singapur.
El ministro de Finanzas alemán, Kart-Heinz Grasser, vino a decir ayer que las oficinas del FMI, situadas en Pennsilvanya Avenue, no pueden sustituir a la habitación del hotel Plaza de Nueva York, donde se cerró el acuerdo de depreciación del dólar en 1985, porque son los mercados los que establecen las paridades de las monedas. El presidente del Banco Central Europeo (BCE) expresó su acuerdo.
La reunión de primavera, que concluye hoy, se ha centrado en los desequilibrios. El diagnóstico del FMI puso en la picota al dólar al señalar la necesidad, según los elementos fundamentales de la economía, de una "depreciación significativa" de la moneda norteamericana. El dólar perdió en la semana un 1,8% de valor frente al euro.
El G-7 señala que los tipos de cambio deben reflejar los fundamentos de la economía. Y, si como sostiene el diagnóstico del FMI, indican la necesidad de una pérdida de valor del dólar en los mercados de cambio, un aspecto crucial de las consultas multilaterales que va a emprender el FMI apunta a conseguir un ajuste ordenado a la baja. Rato espera contar con una baza para lanzar las consultas multilaterales: la de dar a los países emergentes como China, Corea del Sur, Turquía y México un incremento de su cuota en el capital del Fondo en la asamblea de Singapur.
El Comité Monetario y Financiero Internacional del FMI se limitó a reproducir en su comunicado la conclusión del G-7 sobre los desequilibrios mundiales y manifestó que "la nueva propuesta de consultas multilaterales, según ha informado el director gerente, puede jugar un papel en la promoción de medidas multilaterales".
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