Anita y los hombres
La veterana actriz sueca Anita Ekberg reconoce a sus 74 años no haber tenido, en general, suerte con los hombres, y lo atribuye a su propia "estupidez". En declaraciones que publica el diario The Times, la actriz, que actuó junto a Marcello Mastroianni en La dolce vita, de Federico Fellini, afirma que uno de sus maridos, un actor de segunda fila llamado Rick von Nutter, le robó todo lo que tenía cuando le anunció en 1963 que quería divorciarse. "Vació tres cuentas bancarias que estaban a mi nombre. Robó mi yate, mi motora fuera borda, mi Ferrari, mi chalet y todos los objetos de arte y la plata, además de los muebles y hasta mi ropa", recuerda Ekberg, que había montado con Von Nutter una naviera. La actriz explica que, tras haber logrado resistirse al multimillonario Howard Hughes y al actor Gary Cooper, se enamoró de Tyrone Power, con quien actuó en 1953 en su primera película, El jugador del Mississippi. Power estaba entonces en proceso de divorcio, pero su mujer, Linda Christian, no soportaba perderle si había alguien de por medio, así que ésta se presentó en el hotel de Tennessee donde el actor estaba rodando para anunciarle que estaba embarazada. "Consiguió entrar en la suite del hotel [de Power], que estaba lleno de retratos míos, y los cogió, abrió la ventana y los tiró por encima del tejado del edificio de enfrente", recuerda Ekberg, que decidió entonces dar por terminada también aquella relación. Ekberg confiesa que no llegó a salir con el actor Victor Mature -"no le soportaba"-, y afirma que Frank Sinatra le pidió que se casara con él, pero agrega: "Ése es otro con el que no quise casarme. Tener una aventura está bien". Su primer marido fue Antony Steel, ex boxeador de 37 años metido a actor, con quien se casó en Florencia (Italia) en 1956 para darse cuenta más tarde de que había cometido un error.
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