Nuevo firmamento
Hasta la revista Variety, portavoz de Hollywood, está de acuerdo: las series TV reinan en el firmamento audiovisual. Los teléfilos le están ganando la partida a los cinéfilos y salen de la larga clandestinidad con la cabeza muy alta y repitiendo: pero bueno, ¿cuántas pelis de Hollywood son mejores que Perdidos, Los Soprano, House, Mujeres desesperadas o CSI? Es más, por vez primera los héroes del tubo están desbancando en el box-office a los astros de la sábana blanca. Desde Eva Longoria, Gandolfini y Felicity Huffman a los doctores Grissom y House. Hasta finales del siglo pasado era al revés. Las estrellas de Hollywood aceptaban de mala gana hacer cameos en producciones televisivas y sólo las estrellas que dejaban de brillar luego de ser supernovas se refugiaban en el patio catódico para pasar la vejez. Los cielos de Los Ángeles y alrededores empiezan a brillar de manera muy distinta. Lo saben muy bien los poderosos agentes artísticos, que, antes que nada, buscan para sus clientes una serie. Después vendrán los Oscar, el Golden Globe, Cannes o Sundance, pero la utopía sideral es que primero empuñen un Emmy. Los publicitarios de Nueva York, que aún son más listos que los agentes de Hollywood, lo tienen claro y ahí están, en la ducha, las mujeres desesperadas anunciando champús y cremas corporales que antes sólo publicitaban las maduras decadentes del cine. Y el rumor más vibrante de la Tercera Avenida, donde se cuece la sopa de estrellas, es que Hugh Laurie venderá un analgésico distinto al Vicodin y que Toni Gandolfini, que en la sexta temporada de Los Soprano está en coma (en La Sexta van por la quinta), lanzará una nueva línea de diseño de interiores contra Ikea y Hábitat: el estilo Soprano. Sólo quería decirles a los cinéfilos que no se preocupen si están enganchados como yo a las series y sus estrellas. La noticia astronómica es que los cielos audiovisuales han cambiado y que, por ejemplo, desde esta misma noche, el firmamento español brillará menos porque, ay, se nos apaga la constelación 7 vidas.
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