"Yo sólo mando con la pelota en los pies"
Esta temporada, cuando no ha estado desde el principio sobre el césped de Montjuïc porque el técnico, Miguel Ángel Lotina, hacía rotaciones, los aficionados del Espanyol entonaban la misma canción: "¡Iván, Iván, Iván de la Peña!...". El futbolista (6 de mayo de 1976, Santander) confiesa que eso le emociona y que incluso le ruboriza "un pelín". Pero también admite que le recuerda a la campaña (1996-97) en la que, a las órdenes del británico Bobby Robson, se consagró en la Primera División en el Barcelona. "Delante tenía a Ronaldo, Figo y compañía... Fue cuando más disfruté", confiesa. Y añade: "Pero ahora también me estoy divirtiendo mucho porque he jugado en Europa [Copa de la UEFA] y podemos ganar la Copa del Rey".
"El árbitro debe ser consciente de lo que nos jugamos. Estaría bien que nos dejara quejarnos"
"Vivo para dar el pase definitivo. Ése es mi juego. Ya no se me puede cambiar a estas alturas"
Pregunta. En el curso pasado se quejó abiertamente cuando Lotina le situó como medio centro. Ahora alterna ese puesto con el de media punta. ¿Está más conforme?
Respuesta. Sí. De entrada, no estaba demasiado cómodo en el doble pivote porque no conocía la posición y me sentía un poco perdido. Pero creo que, con el tiempo, me he acoplado bastante bien porque he mejorado en el aspecto defensivo. Aun así, me he convertido en un jugador muy polivalente. Últimamente, he actuado en todas las demarcaciones desde el medio del campo hacia arriba.
P. ¿Tiene alguna preferencia?
R. Claro que la tengo. Me gusta jugar un poco escorado hacia la izquierda porque así me puedo perfilar hacia el centro y buscar la portería.
P. Un disparo con el interior del pie y a colocar el balón, ¿no?
R. Siempre que se pueda. Si no chutara así, quizá marcaría más goles. Pero es algo innato. Es mi forma de entender el fútbol. No es que quiera hacerlo bonito, sino que me sale así. No lo puedo evitar.
P. ¿Como tampoco el quejarse a los árbitros?
R. Exacto. Siempre afronto los partidos con la máxima intensidad posible y, a veces, me excedo en protestar. Es verdad que me he ganado muchas tarjetas amarillas por quejarme, pero ahora los colegiados me aguantan un poco más. Espero que en la final de la Copa también sea así porque el árbitro debe ser consciente de lo que nos jugamos los dos equipos. Estaría bien que nos dejara un poco de libertad para quejarnos. Creo que eso también es fútbol. Como discutir, siempre y cuando sea constructivo, con los compañeros.
P. ¿Se considera todo un mandón sobre el rectángulo de juego?
R. Yo sólo mando con la pelota en los pies. Cada uno tiene sus características y la mía es la de pasarla. Vivo para dar el pase definitivo. Ése es mi juego. Ya no se me puede cambiar a estas alturas. Por eso me gusta jugar con gente arriba, ya que tengo más posibilidades de dar mis pases verticales. El problema es que en esta temporada los resultados no nos están acompañando. No es que eso repercuta en mi juego, pero el que un conjunto no ande con la confianza necesaria se traslada a todos. De ahí, que mi motivación por ganar este título sea la máxima. Quiero volver a jugar en Europa el curso que viene.
P. ¿Considera favorito al Zaragoza?
R. Sí, lo es. Pero eso no significa que vaya a ganar. Cada uno deberá dominar en su parcela. A mí me tocará luchar contra Celades, un buen amigo con el que compartía habitación cuando jugaba en las categorías inferiores del Barça. También me las veré con Zapater, que es un jugador joven, pero que barre mucho campo y te deja poco margen de maniobra.
P. Pero a eso ya estará acostumbrado, ¿no?
R. Sí. Desde los juveniles, siempre tienes a alguien encima. Pero mi baja estatura me ha ayudado a saber encarar en el uno contra uno, a tener mayor movilidad y a pasarla de primeras para evitar posibles patadas.
P. ¿Le preocupa recibir un gol tempranero en la final?
R. No hemos estado bien defensivamente y es algo que siempre inquieta. Pero el técnico nos hace trabajar mucho en esos aspectos y contra el Zaragoza no será una excepción. Además, en la zaga tenemos a Pochettino, que creo que es el mejor central del Espanyol en toda su historia.
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