Protesta valenciana

La política de inmigración del Gobierno es "nefasta" porque "está desbordado". La Generalitat valenciana replicó ayer con dureza a las declaraciones de la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, en las que acusó a las autonomías del PP "menos Murcia" de no cooperar en la distribución de los subsaharianos procedentes de Canarias.

La consejera valenciana de Bienestar Social, Alicia de Miguel, hizo público ayer que durante el pasado fin de semana el Ministerio del Interior ha enviado 50 inmigrantes procedentes de las islas, "siete a Castellón y los 43 restantes a Valencia". Con este medio centenar, ya son 250 los recibidos desde enero, "muchos más de los 170 enviados a lo largo de todo el año pasado", apuntó De Miguel.

Rumí "trata de esconder sus vergüenzas" debido al "efecto llamada" de la política del PSOE, señaló la consejera. "No es cierto que no colaboremos, todo lo contrario, proporcionamos todos los centros existentes".

El delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Antoni Bernabé, insistió en pedir a la Generalitat "una mayor colaboración" en la acogida de los inmigrantes aludiendo a que le corresponde esta competencia "aunque no la ejerza". Bernabé recordó que el Gobierno estableció en 2005 un fondo para integrar a los inmigrantes remitidos. En el caso valenciano se entregaron 15 millones que crecerán hasta 22 este año.