Navarro, tocado pero imprescindible
El pasado jueves, Juan Carlos Navarro abandonó el Palau como un rayo, con cara de pocos amigos y un gesto evidente de dolor. Una mala caída, tras un salto, le había provocado un esguince en el tobillo del pie izquierdo y la cosa, con el duelo ante el Madrid en el horizonte, pintaba mal para todos, menos para Dusko Ivanovic, que invitó a la calma: "Aunque sea al 80%, sé que Navarro estará contra el Madrid".
El técnico del Winthertur Barcelona no se equivocó: pese a no estar totalmente recuperado, Navarro jugará hoy. En los meses que lleva en el Palau, Ivanovic ha descubierto el carácter de la Bomba -su talento ya lo conocía-, ganador nato, jugador incansable, deportista que se crece ante los retos. El mayor se lo lanzó el propio técnico, nada más llegar al Barça, cuando, sin que nadie le preguntara, proclamó que de Navarro esperaba "mucho más".
Entonces, algunos intuyeron el inicio de un pulso entre el técnico y la estrella del equipo. Navarro lo desmintió con hechos. El escolta catalán, que está cuajando uno de sus mejores cursos, es el máximo anotador del Barça en la Euroliga, con una media de 15,8 puntos por partido, lo que le convierte en el sexto mejor anotador de la competición. Con 32 puntos en el encuentro de Liga regular ante el Zalguiris, la Bomba estableció su récord de anotación en la Euroliga, justo después de ser designado mejor jugador del mes de enero.
Además, es el jugador que más minutos disputa (casi 28), el mejor triplista (43,8%) y el segundo, con 47, en asistencias. Otro par de datos complacen especialmente al técnico: acumula 19 recuperaciones y promedia 2,4 rebotes. Ha mejorado su defensa, obsesión del técnico, e Ivanovic confía en él para llevarse "el partido más importante del año".
